CiU advierte a Zapatero: “Has jugado con fuego”

Los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU) no harán ninguna concesión al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, según manifestaron fuentes de la dirección de la federación a El Confidencial. “En estos momentos, no tenemos ninguna complicidad con él. Ha jugado con fuego. Y en las próximas elecciones no tiene garantizado nuestro apoyo si no tiene la mayoría absoluta, por lo que ya puede ir buscando a otros grupos, a los navarros, a los gallegos, a los canarios o a quien quiera para que le den los votos que le falten. El tripartito II es una ruleta rusa para Zapatero”, afirma la misma fuente.

Los convergentes no descartaban que el presidente del Gobierno intermediase para lograr una gran coalición en Cataluña entre CiU y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) con el fin de hacer presidente a Artur Mas y que Josep Montilla se quedase como conseller primer, además de tener la Presidencia del Parlamento y un importante número de consejerías. Pero Zapatero no estaba por la labor. Es más, ni siquiera telefoneó a Mas para felicitarle por su triunfo en las elecciones, un desplante que ha sentado como un tiro en las filas nacionalistas. “Solamente llamó la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega al día siguiente por la mañana para felicitar a nuestro candidato”, asegura un alto cargo de CiU.

Artur Mas, por su parte, tenía un gran interés en hablar con Zapatero, pero éste inició en los días posteriores a las elecciones un viaje a América, por lo que fue imposible hablar. Solamente llamó al líder de CiU la pasada semana y después de la reunión que mantuvo en Moncloa con el virtual presidente, el socialista José Montilla. “No se ha portado bien con nosotros. Le ha faltado mano izquierda. Podría haber llamado a Mas y hubiese quedado como un señor, pero comportándose de esta manera ha mostrado su verdadero talante”, afirman las mismas fuentes.

La estrategia de CiU

CiU, no obstante, pretende hacer una oposición sistemática. “No devaluaremos nuestro valor político”, advierten, al mismo tiempo que pretenden no cerrarse puertas por si el escenario cambia en un futuro. “Lo primero que haremos será reflexionar para no reaccionar desde el estómago, desde el resentimiento, puesto que romperíamos el seny político que nos caracteriza -añade un alto dirigente-. Lo que sí se ha roto es el mito del pacto oculto entre Zapatero y Mas. Pero habrá dos características esenciales que marcarán nuestra estrategia: la primera es que no seremos unos socios estables. La segunda es que si Cataluña sale beneficiada de una acción, la apoyaremos sin condiciones”.

Los nacionalistas catalanes tratarán de aprovechar en lo posible un hipotético papel de protagonismo en los temas que más les interesan. “La defensa del Estatuto y el despliegue del mismo, especialmente en las cuestiones de las inversiones que hayan de hacerse en Cataluña, serán las áreas donde basaremos nuestra actuación”, afirma la misma fuente. Desde las filas de CiU están convencidos de que los tres socios del nuevo Gobierno catalán (PSC, ERC e ICV) habrán de ceder en alguna cuestión y ahí es donde CiU sacará la caballería. “Si ERC calla desvergonzadamente o cede en alguna ocasión, nosotros cobraremos un mayor protagonismo. Ahí se verá que ante el poder están dispuestos a vender lo que haga falta. Y nosotros no dejaremos pasar la ocasión. Queremos que la gente visualice que somos los verdaderos defensores de los intereses de los catalanes”, dicen.