Moncloa teme que ETA siga “tensando la cuerda” con un atentado con bomba sin víctimas

Por primera vez en los últimos meses, el Gobierno y la izquierda abertzale están de acuerdo en algo. El proceso de paz pasa por su momento más crítico. Arnaldo Otegi, líder de la ilegalizada Batasuna, lo decía claramente en una entrevista publicada ayer en el diario Gara: “Las cosas están realmente mal”. Las declaraciones públicas desde el PSOE tampoco son optimistas. Ayer mismo el secretario de organización, José Blanco, reconocía que los episodios de kale borroka de las últimas semanas habían creado en los ciudadanos “dudas legítimas y justificadas” sobre el futuro del mismo.

Aún menos halagüeños son los comentarios que hacen en privado desde el entorno del presidente. De hecho, fuentes conocedoras del estado actual de las negociaciones aseguran a El Confidencial que José Luis Rodríguez Zapatero y el pequeño sanedrín que le asesora en este tema temen -cada vez con más fuerza- que ETA siga tensando la cuerda, esta vez con un atentado sin víctimas. No pueden evitar mirar al caso irlandés, donde un IRA en tregua desde hacía dos años también recurrió a un coche cargado de explosivos en 1996 para presionar al Gobierno británico.

El temor no es nuevo. De hecho, cuando se produjo a finales de octubre el robo de las 344 pistolas y 60.000 cartuchos en una armería del sur de Francia, los socialistas ya temían una acción espectacular por parte de la banda armada. “Estábamos convencidos de que, tras la imparable escalada de la violencia callejera, la banda armada iba a dar una vuelta de tuerca más colocando una bomba, aunque avisaría para evitar que se produjeran víctimas mortales”, reconocía hace unos días a este diario un dirigente socialista vasco. “La sustracción de las armas nos descolocó en su momento. El intento de quemar a los policías, aún más”, reconoce a continuación.

El acuerdo para la mesa “está cerca”

Paradójicamente, el momento crítico por el que pasa el proceso de paz coincide con avances en las negociaciones entre los partidos políticos vascos para poner en marcha la mesa de partidos. Según varias fuentes consultadas, el acuerdo sobre la metodología y los contenidos de dicho foro “está cerca. Es cuestión de semanas”. Incluso apuntan desde hace días que sólo quedan unos “flecos” por cerrar: “Batasuna insiste en formar una sola mesa, con los partidos navarros sentados en ella, algo a lo que se resisten PSE y PNV, que prefieren que aquellos afronten la formación de un segundo foro una vez se hayan celebrado los comicios forales en mayo de 2007”, aclara un destacado dirigente político que participa en los encuentros.

Este posible acuerdo es, de hecho, uno de los pocos datos objetivos que en estos momentos les quedan a los partidos vascos para confiar en la no ruptura del proceso de paz. No es el único. El otro son los comentarios que recientemente en público y en privado han hecho algunos dirigentes de Batasuna. Otegi, en la misma entrevista de ayer en Gara donde destacaba los negros nubarrones sobre el proceso, también apuntaba que “es nuestra responsabilidad alcanzar ese acuerdo y la izquierda abertzale sigue con la misma predisposición de hace siete meses”.

Incluso un socialista vasco aseguraba ayer a este diario que un destacado miembro de una de las organizaciones del entorno de ETA, tras el pleno del Parlamento Europeo del pasado 25 de octubre, aseguraba optimista que la tregua era “irreversible”, a pesar de que el robo de las pistolas se había conocido sólo 24 horas antes.

Los recelos de las bases