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Batasuna acusa al PNV de echarse en brazos de los socialistas en las negociaciones del Santuario de Loyola
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Batasuna acusa al PNV de echarse en brazos de los socialistas en las negociaciones del Santuario de Loyola

Batasuna ya no oculta su enfado con el PNV y, sobre todo, con su presidente, Josu Jon Imaz. Destacados dirigentes de la izquierda abertzale acusan a

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Batasuna acusa al PNV de echarse en brazos de los socialistas en las negociaciones del Santuario de Loyola

Batasuna ya no oculta su enfado con el PNV y, sobre todo, con su presidente, Josu Jon Imaz. Destacados dirigentes de la izquierda abertzale acusan a los peneuvistas de haberse echado literalmente en brazos de los socialistas vascos en las conversaciones secretas que las tres formaciones vascas mantienen en el guipuzcoano Santuario de San Ignacio de Loyola. “Esperaban un aliado nacionalista que arrimara el ascua a su sardina y dicen que se han encontrado con un partido entregado sumisamente al PSE”, aseguran a El Confidencial fuentes políticas vascas.

Siempre según estas fuentes, destacados miembros de Batasuna afirman que accedieron a convertir los contactos bilaterales que hasta el verano mantenían en la sombra con los socialistas vascos en encuentros a tres bandas convencidos de que la presencia del PNV facilitaría un acuerdo para formar la mesa de partidos. Sin embargo, las reuniones de las últimas semanas les han convencido de que los interlocutores peneuvistas en dichas negociaciones -el propio Josu Jon Imaz y la número tres del partido, Josune Aristondo- han decidido hacer “una piña” con los socialistas vascos para tirar atrás todas las propuestas de la izquierda abertzale.

La respuesta de Batasuna a este supuesto frente común PNV-PSE no se ha hecho esperar. Sus representantes en los encuentros de Loyola, Arnaldo Otegi y Rufi Etxeberría, han decidido lanzar un ultimátum: si no se incluyen de manera explícita en el documento referencias a la territorialidad y al derecho a decidir, el proceso de paz continuará bloqueado. “Y sin mesa de partidos ya han dicho que no van a legalizarse”, añaden estas fuentes.

De hecho, Batasuna ya ha comunicado al resto de formaciones vascas que no tiene prisa por pasar por la ventanilla del registro de partidos del Ministerio del Interior y que no les preocupa no poder concurrir con unas nuevas siglas a las elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo. “Han insinuado que barajan volver a utilizar a EHAK (siglas en euskera del Partido Comunista de las Tierras Vascas)”, apuntan a El Confidencial.

El PSE no se mueve

Por su parte, fuentes del PSE aseguran a este diario que a finales de la semana pasada sus representantes en los encuentros -el presidente de la formación, Jesús Eguiguren, y el secretario de organización, Rodolfo Ares- también presentaron su última propuesta para alcanzar un acuerdo sobre la mesa de partidos. Según estas fuentes, los socialistas vascos insisten en evitar cualquier alusión a Navarra y al derecho de decisión en el documento del acuerdo, aunque éste, como barajan los partidos, no se haga finalmente público.

“Nosotros ya nos hemos movido. Ahora les toca hacerlo a ellos”, asegura a este diario un político socialista. Un mensaje de firmeza en la misma línea que el que hacía ayer público el secretario general del partido, Patxi López, en un debate radiofónico con Imaz y la presidenta del PP vasco, María San Gil. Precisamente, en el transcurso del mismo, los dirigentes del PSE y PNV mostraron esa sintonía total respecto al proceso de paz que tanto irrita a Batasuna.

A pesar de este reconocido bloqueo, las fuentes del PSE consultadas se mostraban ayer moderadamente optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en las próximas semanas para poner en marcha la mesa de partidos: “Quedaban únicamente flecos, y si se ha caído en la actual situación de parálisis es por el repentino cambio de actitud de Batasuna”, insisten.

Batasuna ya no oculta su enfado con el PNV y, sobre todo, con su presidente, Josu Jon Imaz. Destacados dirigentes de la izquierda abertzale acusan a los peneuvistas de haberse echado literalmente en brazos de los socialistas vascos en las conversaciones secretas que las tres formaciones vascas mantienen en el guipuzcoano Santuario de San Ignacio de Loyola. “Esperaban un aliado nacionalista que arrimara el ascua a su sardina y dicen que se han encontrado con un partido entregado sumisamente al PSE”, aseguran a El Confidencial fuentes políticas vascas.