Rubalcaba aplica las “consecuencias” de Zapatero y detiene a tres etarras implicados en el robo de las pistolas

El robo de 344 pistolas y 60.000 cartuchos cometido por ETA el pasado mes de octubre en una armería del sur de Francia ya tiene “consecuencias”. El ministro del Interior dio luz verde hace días a los máximos responsables de la lucha antiterrorista para llevar a cabo las detenciones de etarras que tuvieran bajo control y que, supuestamente, estuvieran relacionados con la sustracción de las armas. El resultado: tres presuntos miembros de la organización -dos hombres y una mujer- eran capturados ayer en la localidad gala de Quezác, cercana a Toulouse, en el marco de la operación antiterrorista de la Policía Judicial y la Subdirección Antiterrorista (SDAT) del país vecino, en la que la información facilitada por agentes españoles ha sido fundamental.

Los expertos en la lucha antiterrorista sitúan a los tres detenidos en el aparato de logística de la organización, encargado de abastecer a la organización de armas y explosivos. De hecho, uno de los policías que ha participado en las investigaciones mostraba ayer a El Confidencial su convencimiento de que al menos uno de los ahora capturados había participado directamente en el robo de las pistolas.

Estas mismas fuentes de la investigación han detallado a este diario que las detenciones fueron posibles gracias a que la Policía española había mordido hace tiempo a uno de los etarras, en concreto, a Zigor Garro Pérez (San Sebastián, 1975), alias Tonino, considerado el actual máximo responsable del aparato logístico. Precisamente ayer, Garro fue condenado en rebeldía a siete años de cárcel por el Tribunal especial de lo Criminal de París dentro del proceso abierto contra su predecesor al frente de los suministros de ETA, Asier Oiartzabal, por el hallazgo hace cuatro años en la región francesa de Las Landas del legendario zulo Txernobil, utilizado por los terroristas durante más de veinte años.

En el momento de su detención, junto a Tonino se encontraban su compañera sentimental, Marina Bernardó, y Ekain Mendizábal, condenado el pasado 10 de julio a un año de prisión por el Tribunal Correccional de París, que le juzgó en rebeldía, junto a otros cinco supuestos etarras, por asociación de malhechores con fines terroristas. El seguimiento al que Zigor Garro había sido sometido en los últimos meses permitió también la localización de varias viviendas de la organización a las que éste acudía, y que al cierre de estas líneas estaban siendo registradas por agentes franceses.

También gracias al control sobre el etarra, la Policía conoció recientemente que iba a mantener una cita con otros dos integrantes del grupo, momento que se consideró el más apropiado para proceder a los arrestos. Fuentes policiales afirman que se podía haber optado por no detener a los tres terroristas y continuar con los seguimientos para intentar conseguir más información sobre la actual estructura de ETA en el Sur de Francia.

El ministro tensa la cuerda

Sin embargo, aseguran, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, transmitió hace semanas la orden de tirar de la operación que estuviera más avanzada y proceder a la captura de etarras a la primera ocasión que surgiera. “Son las consecuencias de las que ha estado hablando el Gobierno desde que se produjo el robo de las pistolas en octubre”, apunta un agente implicado directamente en la investigación.