La filtración de la operación policial precipitó las detenciones y permitió a dos etarras eludir el cerco

La operación policial que permitió detener el pasado miércoles a tres miembros del aparato logístico de ETA en el sur de Francia tuvo que adelantarse varias horas ante el temor de que las filtraciones que sobre la misma habían comenzado a circular esa misma tarde desbarataran el dispositivo. Así lo aseguran a El Confidencial varias fuentes policiales, que añaden que los planes de Interior eran entrar en la vivienda que ocupaban los etarras a primera hora de la mañana de ayer jueves, y no en la tarde del miércoles.

Además, expertos de la lucha antiterrorista aseguran a este diario que en sus previsiones estaba capturar a cinco terroristas, y no sólo a tres, ya que habían detectado que uno de los detenidos había establecido para la tarde-noche del miércoles una cita con otros dos miembros de la banda armada, a los que la Policía pretendía seguir y capturar. Unos planes que se vinieron finalmente abajo cuando una agencia de noticias lanzó a los medios de comunicación un teletipo en el que hacía pública la puesta en marcha de la operación.

No fue la única indiscreción. La propia María Teresa Fernández de la Vega tuvo un desliz esa misma tarde al responder en el Congreso a una pregunta del número dos del PP, Ángel Acebes, en la sesión del control del Gobierno. Según han apuntado a este diario fuentes parlamentarias, la vicepresidenta se saltó el guión que traía escrito para responder al político popular e incluyó una alusión implícita a que algo estaba en marcha contra ETA. A pesar de que los servicios de prensa de Moncloa intentaron amortiguar inmediatamente el efecto de sus palabras, diversos medios digitales recogieron rápidamente en sus ediciones la referencia de sus enigmáticas palabras.

El enfado de Rubalcaba

Poco después, Alfredo Pérez Rubalcaba era abordado en el Congreso por algunos periodistas para interrogarle sobre una inminente operación contra la banda armada. El ministro del Interior negó tajantemente su existencia, pero inmediatamente dio orden de que ejecutaran el dispositivo, ante el temor de que la noticia transcendiera finalmente y los terroristas detectados pudieran huir. Ayer mismo, Rubalcaba mostraba en un corrillo en los pasillos del Parlamento su enfado mayúsculo por una filtración que, aseguraba, había puesto en peligro un trabajo de varias semanas.

De hecho, agentes que han participado en la operación han reconocido a este diario que la Policía española, en colaboración con sus colegas franceses, llevaba cerca de mes y medio siguiendo al principal de los detenidos, Zigor Garro, Tonino, supuesto máximo responsable de abastecer de armas y explosivos a la banda. Siempre según estas fuentes, los expertos antiterroristas habían conseguido colocar un sistema de seguimiento a distancia en el vehículo en el que se desplazaba éste.

Los datos aportados por este pequeño ingenio permitieron a los agentes saber dónde acudía el terrorista. Datos que, esperan, faciliten la localización de los zulos donde ETA oculta parte de sus armas -entre ellas, las 344 pistolas y 60.000 cartuchos que robaron en una armería francesa a finales de octubre- así como detener a los dos presuntos terroristas que eludieron el cerco por culpa de la precipitación en la operación.