Zapatero: “No llamo a Rajoy para convencerle de nada”

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afronta la reunión del próximo viernes con el líder del PP Mariano Rajoy, con una idea bien clara: ninguno de los dos va a cambiar de opinión respecto al proceso sobre el fin de ETA, del que los populares han hecho una oposición muy rotunda.

Así lo expresó durante una conversación informal con periodistas producida con motivo de la copa de navideña celebrada en La Moncloa. A juicio de Zapatero, el PP “tiene un discurso muy hecho y no va a cambiar su posición”. Es más, sostiene que él no llama a Rajoy “para convencerle de nada. Lo que quiero es que las cosas salgan bien”.

El líder socialista recordó, que cuando estaba en la oposición, pidió una entrevista en dos ocasiones al entonces presidente José María Aznar, “y no me contestó. Yo no voy a hacer eso”. Respecto al éxito o no del proceso encaminado hacia el fin de ETA, el presidente sentenció: “Nunca me oiréis decir que esto no ha salido por el PP. La responsabilidad es mía”.

Tras el periodo navideño, el gobierno tiene la intención de retomar contactos con el resto de formaciones políticas para explicar el proceso sobre el fin de ETA. Zapatero insistió anoche en que en realidad no tiene nada que decir a la prensa (aunque sí a Rajoy, después de nueve meses sin estar en contacto) y que en el momento que haya algo importante lo anunciará a través de una acto institucional.

Cumplir las reglas del juego

Preguntado sobre si es bueno o malo que Batasuna sea legalizada para que pueda concurrir a las próximas elecciones municipales, Zapatero dio una respuesta escueta: “Lo mejor es que todo el mundo cumpla las reglas del juego”. En otro momento aclaró que el acercamiento de presos de ETA o medidas de gracia con presos enfermos “no están en la agenda” en este momento.

Otro de los asuntos que se ha barajado para ser tratado en la reunión entre Rajoy y Zapatero es la reforma constitucional. En este punto en concreto, el presidente descartó que se vaya a abordar en esta legislatura porque “no forma parte de las prioridades urgentes del Gobierno”, y además, tiene que haber consenso entre PSOE y PP, algo “que no lo contemplo”.