PSE, PNV y Batasuna retoman a toda prisa las reuniones de Loyola para facilitar el próximo contacto Gobierno-ETA

La reciente reunión entre emisarios del Gobierno y dirigentes de ETA, además de alejar los temores sobre una hipotética ruptura de la tregua a corto plazo, ya ha tenido una primera consecuencia: los tres principales partidos del País Vasco -PNV, PSE y Batasuna- se han puesto manos a la obra para retomar lo antes posible las negociaciones a tres bandas que, hasta comienzos del pasado mes de noviembre, venían celebrando en el guipuzcoano Santuario de Loyola para alcanzar un preacuerdo de mínimos sobre la futura mesa de partidos.

Según las fuentes políticas vascas consultadas por El Confidencial, las tres formaciones pretenden alcanzar lo más rápidamente posible, en semanas, un pacto que allane el camino al próximo encuentro entre el Ejecutivo y la banda armada, previsto para después de Navidades, como adelantó ayer este diario (ver noticia). “Llegar a un acuerdo antes de que se vuelvan a ver Gobierno y ETA no es imprescindible, pero sí es muy aconsejable”, reconoce a este diario un destacado político vasco conocedor de los entresijos de las negociaciones de Loyola.

Las tres formaciones han mantenido contactos telefónicos a dos bandas en las últimas horas con el objeto de concertar la primera de esta nueva tanda de reuniones conjuntas. “Tampoco queremos obsesionarnos con la fecha”, apunta un político vasco que, sin embargo, reconoce que, de no alcanzarse el acuerdo antes del próximo mes de febrero, fecha límite para que Batasuna pueda legalizarse y concurrir a las elecciones de mayo, el proceso de paz podría volver a encallar.

Gran parte del trabajo ya lo tienen hecho. De hecho, PSE, PNV y la izquierda abertzale habían acordado que, se alcance cuando se alcance el pacto, la constitución de la mesa de partidos se pospondrá hasta después de los comicios municipales y forales de la próxima primavera, para que ningún grupo pueda hacer electoralismo con ella. También comparten la idea de que el texto resultante de las negociaciones no se haga público y que se mantenga custodiado en el propio Santuario de Loyola. Eso sí, cuando se logre el acuerdo, cada partido podrá vender a la opinión pública -por separado y con declaraciones de contenido consensuado- que se ha conseguido pactar un documento de mínimos.

Rotas en noviembre

Las reuniones a tres bandas entre los socialistas vascos, los peneuvistas y la izquierda abertzale se interrumpieron a comienzos del pasado mes de noviembre, justo en el momento en el que estaban a punto de alcanzar un compromiso por escrito para poner en marcha la mesa de partidos. Las tres formaciones habían pactado un documento con la metodología del foro así como referencias a los contenidos que se abordarían en él, eso sí, con un lenguaje ambiguo para salvar los temas más espinosos.

Fue precisamente esa falta de concreción la que hizo que ETA vetara dicho documento y obligase a Batasuna a endurecer su discurso. A partir de ese momento, según relatan a este diario fuentes políticas vascas, la ilegalizada coalición pasó a exigir que en el texto se incluyera necesariamente algún acuerdo político ya en firme ante el temor de que, cuando se comenzaran a discutir en la mesa de partidos sus planteamientos, éstos fueran derribados sistemáticamente por una alianza PSE-PNV.