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CiU estudia los puntos débiles del Tripartito para explotar sus divergencias de cara a la opinión pública
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CiU estudia los puntos débiles del Tripartito para explotar sus divergencias de cara a la opinión pública

Convergència i Unió (CiU) estudia desde hace semanas los puntos débiles del nuevo Tripartito catalán para realizar una constante presión sobre el gabinete que preside José

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CiU estudia los puntos débiles del Tripartito para explotar sus divergencias de cara a la opinión pública

Convergència i Unió (CiU) estudia desde hace semanas los puntos débiles del nuevo Tripartito catalán para realizar una constante presión sobre el gabinete que preside José Montilla. El primer paso lo dio el pasado 1 de diciembre, con la creación de lo que llamó Gabinete de Impulso y Seguimiento, una especie de ‘Gobierno en la sombra’, similar al que constituyó Pasqual Maragall cuando estaba en la oposición. Se trata de realizar un seguimiento personalizado de los temas por consejerías, con uno o dos responsables sectoriales por cada área.

Aunque la actuación de este ‘Gobierno en la sombra’ abarca toda la actividad del Ejecutivo de Montilla, una de las prioridades del mismo es detectar los puntos débiles del Tripartito y organizar ‘campañas a medida’ para erosionarle. El segundo gran eje de actuación de la gente de Artur Mas es explotar los enfrentamientos entre los partidos que componen el Gobierno para presentarlos ante la opinión pública como el ejemplo de que no existe un Ejecutivo unitario y coherente.

De momento, los dirigentes convergentes han comenzado a cuestionar la ‘mano extendida’ que había prometido Montilla. “El Tripartito 2 es más de lo mismo. Aunque ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo, el diálogo con la oposición sigue sin existir”, señalan fuentes de CiU a El Confidencial. Una prueba de ello es la aprobación por el Gobierno del proyecto de ley de Servicios Sociales, que Maragall no tuvo tiempo de enviar al Parlamento y que ya ha iniciado los trámites para su aprobación por la cámara autonómica.

El desbarajuste de la consejería de Interior, que el líder de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Saura, aglutinó con la cartera que tenía en la pasada legislatura (Relaciones Institucionales y Participación), es también otro de los caballos de batalla de CiU, juntamente con la desaparición del departamento de Universidades como tal.

Un área sensible como Interior tendría que tener, a juicio de los convergentes, un departamento propio, ya que toca uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos, como es el de la seguridad. “Se han hecho repartos de áreas a medida de las necesidades de cada uno de los socios del Tripartito y no se han tenido en cuenta las necesidades de Cataluña. Este Gobierno ha nacido cojo”, añaden las mismas fuente.

Pero otra de las líneas de actuación de CiU se basa en la magnificación y escenificación de las contradicciones en el seno del Gobierno catalán. Así, en el primer pleno después de las vacaciones navideñas, el principal grupo de la oposición quiere obligar a los partidos que componen el Tripartito a pronunciarse sobre la construcción del polémico Cuarto Cinturón, una de las obras públicas más controvertidas de las últimas legislaturas.

Puntos de fricción

Se da la circunstancia de que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) está a favor de la construcción de esta vía de comunicación, mientras que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e ICV se han mostrado reiteradamente contrarias e incluso sus dirigentes han asistido a manifestaciones en contra de la infraestructura. Con una votación parlamentaria, CiU pretende poner de relieve esta situación.

Con respecto a la interconexión eléctrica con Francia ocurre exactamente lo mismo. Esta interconexión -que no depende del Gobierno de Cataluña y que además es una obra a la que obliga Bruselas- debería realizarse urgentemente, no sólo para permitir la circulación del tren de alta velocidad que unirá los dos países, sino para asegurar el suministro eléctrico a la provincia de Girona -la única de España que no tiene ninguna línea de muy alta tensión-, que con la Costa Brava y la demanda energética del sector turístico está expuesta a un gran apagón en horas punta.

Convergència i Unió (CiU) estudia desde hace semanas los puntos débiles del nuevo Tripartito catalán para realizar una constante presión sobre el gabinete que preside José Montilla. El primer paso lo dio el pasado 1 de diciembre, con la creación de lo que llamó Gabinete de Impulso y Seguimiento, una especie de ‘Gobierno en la sombra’, similar al que constituyó Pasqual Maragall cuando estaba en la oposición. Se trata de realizar un seguimiento personalizado de los temas por consejerías, con uno o dos responsables sectoriales por cada área.