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La Policía cree que el explosivo de ETA hallado en un zulo era para sabotear las obras del AVE en el País Vasco
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La Policía cree que el explosivo de ETA hallado en un zulo era para sabotear las obras del AVE en el País Vasco

Los cincuenta kilos de material explosivo encontrados la semana pasada en una zona boscosa del municipio vizcaíno de Amorebieta iban a ser utilizados para cometer sabotajes

Foto: La Policía cree que el explosivo de ETA hallado en un zulo era para sabotear las obras del AVE en el País Vasco
La Policía cree que el explosivo de ETA hallado en un zulo era para sabotear las obras del AVE en el País Vasco

Los cincuenta kilos de material explosivo encontrados la semana pasada en una zona boscosa del municipio vizcaíno de Amorebieta iban a ser utilizados para cometer sabotajes contra las obras de la línea del tren de alta velocidad a su paso por dicha localidad. Esa es, al menos, la principal hipótesis con la que trabajan en estos momentos tanto la Policía como la Ertzaintza, según ha podido constatar El Confidencial en fuentes de ambos cuerpos policiales.

Según esta hipótesis, ETA envió las sustancias para la fabricación de los artefactos desde el Sur de Francia hace poco tiempo y sus destinatarios no eran los integrantes de un comando de la organización, sino miembros de un grupo local de kale borroka al que la organización terrorista ha encargado la realización de distintos sabotajes contra las obras. Estos fueron los encargados de construir el zulo, el cual habían terminado sólo dos días antes de su hallazgo.

Una fuente consultada afirma que esta hipótesis es la que llevó el pasado fin de semana al director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, a asegurar que, a pesar del inquietante hallazgo, “no hay datos” que hagan pensar que la banda terrorista ha iniciado un proceso de rearme o que, incluso, se haya planteado la ruptura de la tregua con una vuelta inmediata a los atentados.

No obstante, las fuentes policiales consultadas reconocen que no descartan completamente otras hipótesis, sobre todo por la aparición de elementos “extraños” alrededor del zulo. Se refieren al hallazgo cerca del mismo de una tienda de campaña oculta de manera precipitada, unos pares de gafas y abundante comida, lo que hace suponer a los expertos antiterroristas que los responsables de custodiar el explosivo tenían intención de permanecer en el lugar durante un tiempo prolongado.

En alerta desde hace tiempo

La supuesta planificación de este tipo de acciones contra las obras del AVE a su paso por Euskadi -conocida como la Y vasca- no ha cogido por sorpresa a las Fuerzas de Seguridad. De hecho, el Ministerio del Interior y el Gobierno de Vitoria crearon hace tiempo una comisión en la que se sientan los principales responsables policiales en el País Vasco de la Ertzaintza, el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil para analizar los posibles riesgos de seguridad a los que se enfrentan los trabajos del trazado del nuevo ferrocarril.

Dichos mandos policiales ya habían llegado a la conclusión hace más de un mes de que, aunque la banda armada mantuviera el “alto el fuego permanente”, la línea de alta velocidad se iba a enfrentar a sabotajes y a todo tipo de tácticas para dilatar el proyecto. Una conclusión a la que ayudó un documento de la izquierda abertzale en la que se recogía de manera expresa su intención de “entorpecer” unas obras que consideran “un nuevo impedimento para poder desarrollar nuestro proyecto independentista y socialista”.

Los expertos antiterroristas, incluso, han barajado ya a qué escenario se enfrentarían si ETA decidiese romper la tregua. En ese caso, temen que guarde grandes similitudes con la situación que se vivió en la década de los noventa con las obras para la construcción de la autovía de Leizarán. Entonces, la banda armada mató a tres personas vinculadas de una u otra forma con la realización de la nueva carretera, hirió a otras nueve y causó daños valorados en más de mil millones de euros.

Los cincuenta kilos de material explosivo encontrados la semana pasada en una zona boscosa del municipio vizcaíno de Amorebieta iban a ser utilizados para cometer sabotajes contra las obras de la línea del tren de alta velocidad a su paso por dicha localidad. Esa es, al menos, la principal hipótesis con la que trabajan en estos momentos tanto la Policía como la Ertzaintza, según ha podido constatar El Confidencial en fuentes de ambos cuerpos policiales.