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¿Se rompe Batasuna? Sectores abertzales se alejan de ETA y estudian legalizar otro partido para acudir a las elecciones
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¿Se rompe Batasuna? Sectores abertzales se alejan de ETA y estudian legalizar otro partido para acudir a las elecciones

Las declaraciones de ayer de Arnaldo Otegi en las que reconoce que el último comunicado de ETA había generado “confusión” en la izquierda abertzale ha sacado

Foto: ¿Se rompe Batasuna? Sectores abertzales se alejan de ETA y estudian legalizar otro partido para acudir a las elecciones
¿Se rompe Batasuna? Sectores abertzales se alejan de ETA y estudian legalizar otro partido para acudir a las elecciones

Las declaraciones de ayer de Arnaldo Otegi en las que reconoce que el último comunicado de ETA había generado “confusión” en la izquierda abertzale ha sacado a la luz lo que muchos sospechaban desde el 30 de diciembre: el atentado de Barajas ha provocado una verdadera grieta en el seno de Batasuna cuyas últimas consecuencias aún no se vislumbran, pero empiezan a intuirse. De hecho, los servicios de información de la Policía manejan datos que apuntan a que un sector de la ilegalizada formación baraja desde hace días la posibilidad de pasar por la ventanilla del Ministerio del Interior para legalizar un partido que se desmarque de la violencia y poder así presentarse a las elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo.

Según las fuentes policiales consultadas por El Confidencial, dicho sector quiere utilizar para ello los estatutos que desde el pasado verano tiene preparados el equipo jurídico encabezado por el histórico abogado Iñigo Iruín. Aquel texto finalmente quedó en el cajón después de que la izquierda abertzale decidiera en julio cambiar su orden de preferencias y aplazar sine die, para sorpresa del resto de partidos vascos, la legalización de una nueva formación a la espera de conseguir avances en otros terrenos.

Este grupo de letrados ha basado gran parte de la redacción de dichos estatutos en los de la antigua Herri Batasuna (HB), antecesora de Batasuna, que en su día fueron inscritos sin dificultades. Las modificaciones introducidas se referían a la inclusión expresa de que la futura formación -cuyo nombre no puede guardar similitudes fonéticas ni de siglas con las organizaciones ilegalizadas- ajustaría su actuación a los principios democráticos y a lo dispuesto en la Constitución y las Leyes.

Siempre según las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario, al frente de dicha rebelión en el entorno de ETA se encuentran algunos de los rostros más conocidos de la izquierda abertzale, aunque no quisieron concretar nombres. No obstante, fuentes políticas vascas aseguran que no muy lejos de ellos se encuentra el propio Arnaldo Otegi. En este sentido, destacan que el dirigente batasuno, cuando se reunió con el lehendakari Juan José Ibarretxe tras el atentado de Barajas, preguntó a éste qué era lo que se esperaba de ellos para mantener vivo el proceso de paz. El jefe del Ejecutivo de Vitoria le exigió que condenara el crimen y él no se negó.

Los ‘duros’, en el segundo escalón

A pesar de la relevancia de los nombres, los expertos antiterroristas cuantifican en escasas las posibilidades de éxito de este movimiento crítico. “Siempre vencen los más inmovilistas”, asegura tajante un alto mando. Un sector duro que, según la información que maneja la Policía, se sitúa en el actual segundo escalón de la ilegalizada formación, con dirigentes con escasa o nula relevancia mediática. No obstante, tanto los agentes como los políticos vascos consultados sitúan en este sector a un personaje muy conocido: Joseba Permach.

Según estas fuentes, este dirigente abertzale lleva tiempo significándose en privado -desde bastante antes de la ruptura de la tregua- como el principal partidario de mantener la estrategia de tensión. Al parecer, en una reunión de la dirección de Batasuna, llegó a tener un fuerte enfrentamiento verbal con Otegi, quien defendía la desaparición de la kale borroka para facilitar los acuerdos con PSE y PNV para la constitución de la mesa de partidos. Este último había llegado a criticar la aparición en un monte de Oiartzun de tres encapuchados disparando siete tiros al aire.

Las declaraciones de ayer de Arnaldo Otegi en las que reconoce que el último comunicado de ETA había generado “confusión” en la izquierda abertzale ha sacado a la luz lo que muchos sospechaban desde el 30 de diciembre: el atentado de Barajas ha provocado una verdadera grieta en el seno de Batasuna cuyas últimas consecuencias aún no se vislumbran, pero empiezan a intuirse. De hecho, los servicios de información de la Policía manejan datos que apuntan a que un sector de la ilegalizada formación baraja desde hace días la posibilidad de pasar por la ventanilla del Ministerio del Interior para legalizar un partido que se desmarque de la violencia y poder así presentarse a las elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo.