Montilla vetará la entrada de los nacionalistas de CiU en las comisiones que desarrollarán el Estatuto

El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, se reunirá con el presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, en los próximos días si las agendas de ambos políticos lo permiten. De no ser así, la entrevista se realizaría la próxima semana. Después de la reunión con el líder de la oposición, Montilla mantendrá otras dos con el presidente del Partido Popular (PP), Josep Piqué, y con el cabeza de lista de Ciutadans, Albert Rivera. El presidente catalán quiere cerrar esta ronda de entrevistas en el mes de enero, según manifestaron a El Confidencial fuentes del Gobierno catalán.

En su agenda, Artur Mas incluirá como primer punto de la reunión la petición de que CiU pueda participar en las tres comisiones que se encargarán de desarrollar el Estatuto de Cataluña: la de Asuntos Económicos y Fiscales, la bilateral Estado-Generalitat y la bilateral de Infraestructuras. Fuentes convergentes señalan que “la presencia de CiU podría servir no sólo para pactar una postura unitaria de la gran mayoría de las fuerzas catalanas en ellas, sino para asegurar un amplio desarrollo del Estatuto, que creemos que el actual gobierno no puede garantizar”.

Esta afirmación se refuerza en el hecho de que una de las fuerzas que ha de formar parte de las comisiones en representación de la Generalitat, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), pidió el voto negativo para el Estatuto en el referéndum del pasado mes de junio. “¿Cómo va a defender un desarrollo del Estatut un partido que no cree en él y que pidió el voto negativo?”, aseguran las mismas fuentes.

Sin embargo, Montilla no está muy por la labor de que los convergentes participen en estas comisiones. Desde el Ejecutivo catalán, esta idea es tomada “a risa porque los propios dirigentes de Esquerra ya dejaron claro que harán todo lo posible para el desarrollo del texto legal aprobado por los ciudadanos”. Pero también apuntan otro argumento de peso: “Las comisiones las hacen los Gobiernos. Y CiU no está en el Gobierno, que nosotros sepamos. O sea, que se olvide de las comisiones”, señala a El Confidencial una fuente del Ejecutivo.

Artur Mas, necesitado de protagonismo

La misma fuente subraya que Mas se encuentra sin argumentos y necesita un margen de protagonismo en la política para hacer frente a los problemas internos por los que atraviesa su partido. En estos momentos, el sector moderado de los nacionalistas comienza a cuestionar el liderazgo de Artur Mas, a quien consideran “secuestrado” por el núcleo duro de CiU, el sector denominado “soberanista” y del que forma parte el círculo más íntimo del presidente convergente: el portavoz parlamentario, Felip Puig, así como los jóvenes que han copado los puestos de responsabilidad de CiU: Oriol Pujol, David Madí, Lluís Corominas, Francesc Homs...

Y, por si fuera poco, el socio de Convergència y líder de Unió Democrática, Josep Antoni Duran i Lleida, ha tirado por el atajo y ha comenzado a dinamitar la calculada política de ambigüedad de Mas pidiendo, en primer lugar, la entrada de los nacionalistas en el Gobierno central para romper una tradición histórica que dura ya casi tres décadas. Con todo, esto no sería nada del otro mundo si no fuese porque a la falta de química personal entre Mas y Duran se suma ahora la falta de química política. Tanta, que el máximo dirigente convergente ha solicitado ya una reunión urgente con su socio democristiano para limar asperezas y unificar estrategias con el fin de no aparecer ante la opinión pública como el ejército de Pancho Villa.