Artur Mas abandonará su línea soberanista tras las municipales para tender puentes con PSOE y PP

Convergència i Unió (CiU) convocará un congreso extraordinario después de las elecciones municipales y antes de las generales, según ha podido saber El Confidencial de fuentes de la federación nacionalista. Este congreso servirá para afianzar la posición del presidente convergente, Artur Mas, con el objetivo de situarlo en una posición de fuerza de cara a las elecciones legislativas del próximo año. Con ello, también pretende mitigar los problemas internos que afectan a Convergència, tanto los relacionados con el sector moderado nacionalista, que se siente desplazado, como con el otro socio de la coalición, el democristiano Josep Antoni Duran i Lleida, que ha protagonizado varios enfrentamientos con Mas durante las últimas semanas por divergencias en la estrategia.

El sector moderado convergente considera que Artur Mas está hipotecado por el llamado ‘sector soberanista’, que encabezan Felip Puig, Oriol Pujol y David Madí, entre otros. Este sector moderado, sobre el que todavía influye el ex secretario general convergente, Miquel Roca i Junyent, cree que la deriva ultranacionalista de Mas le ha alejado del centro político y que esta estrategia conllevará problemas futuros para los nacionalistas, ya que “la gran mayoría de los ciudadanos no está por experimentos radicales, que eso pertenece a Esquerra Republicana de Catalunya, sino por una política moderada, que es la que ha dado réditos a CiU durante las últimas décadas”.

Una fuente convergente señala a El Confidencial que después de las elecciones autonómicas, en las que Artur Mas ganó en votos pero perdió la presidencia de la Generalitat, los nacionalistas se encuentran de nuevo en una encrucijada y aislados de las demás fuerzas políticas, ya que los tres partidos que forman el gobierno autonómico no le ayudarán, pero tampoco tiene buenas relaciones con el Partido Popular debido a la escenificación de Mas ante notario de su compromiso de no pactar con el PP.

Congreso en otoño

Miembros de la corriente moderada de CiU, entre los que se encontraba el ex consejero de Economía de Jordi Pujol, Francesc Homs (no confundir con el diputado homónimo e integrante del núcleo soberanista de la actual CiU), se entrevistaron con Mas durante la segunda semana de enero para hacerle conocer sus preocupaciones sobre la deriva ultranacionalista de la federación. El congreso extraordinario de CiU, que podría celebrarse en otoño próximo, según las mismas fuentes, serviría para situar a un representante de esta corriente en la cúpula nacionalista. Además, permitiría a Artur Mas situarse públicamente como un líder sólido con el tiempo suficiente para encarar la campaña de las generales del 2008.

El congreso extraordinario serviría también para rediseñar una estrategia conjunta con Duran i Lleida, que pretende ser el hombre-puente con los dos grandes partidos estatales, PSOE y PP. Duran, en una de sus jugadas estratégicas tradicionales, aprovechó las Navidades, cuando todos los dirigentes de CiU estaban de vacaciones, para reclamar la entrada de CiU en el próximo Ejecutivo español, gobierne el PSOE o el PP, dinamitando con ello la ambigüedad de Artur Mas respecto a la participación de los nacionalistas catalanes en la política española.

A principios de enero, Mas se vio obligado a pronunciarse públicamente sobre la cuestión y tuvo que seguir los dictados de Duran i Lleida. La propia dirección de Convergència pidió también una reunión entre ambos líderes para estudiar una estrategia conjunta de los dos socios de la federación. Esta reunión se celebrará en los próximos días, aunque todavía no hay una fecha definitiva.

El ‘perfil propio’ de Duran