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Duran i Lleida pone precio: un documento de Unió reclama una vicepresidencia al Gobierno de Madrid y dos ministerios
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Duran i Lleida pone precio: un documento de Unió reclama una vicepresidencia al Gobierno de Madrid y dos ministerios

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha fijado ya su propia ‘hoja de ruta’ al margen de la del propio presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur

Foto: Duran i Lleida pone precio: un documento de Unió reclama una vicepresidencia al Gobierno de Madrid y dos ministerios
Duran i Lleida pone precio: un documento de Unió reclama una vicepresidencia al Gobierno de Madrid y dos ministerios

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha fijado ya su propia ‘hoja de ruta’ al margen de la del propio presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas. El presidente democristiano, Josep Antoni Duran i Lleida, desató la polémica estas Navidades reclamando la entrada de los nacionalistas catalanes en el próximo Gobierno central, gane quien gane las elecciones generales del 2008. Artur Mas tuvo que ‘chupar rueda’ de Duran y dejar la puerta abierta a esa posibilidad, al tiempo que reclamaba un encuentro urgente con su socio para unificar estrategias.

Lo cierto es que la reunión entre ambos, solicitada hace tres semanas, todavía no se ha producido. Pero Unió sí que tiene muy claras sus aspiraciones: quiere una vicepresidencia del Gobierno y más de un ministro nacionalista, además de “altos cargos gubernamentales y la responsabilidad o participación en una serie de instituciones estatales o paraestatales, así como Patronatos, Entidades y empresas públicas”. Así se recoge en un documento de doce páginas elaborado por el ex presidente de Unió, Ignasi Farreres, titulado El debate estratégico en CiU. ¿Qué deberíamos hacer?.

Según fuentes democristianas, estas aspiraciones son posibles, aunque todavía es pronto para conocer qué cuota de poder tendría CiU. El ministerio de Asuntos Exteriores y otro de carácter más técnico -como Industria- colmarían sus aspiraciones. Otra cosa sería la consecución de una vicepresidencia, que se contempla como una posibilidad que dependerá, en último extremo, de los resultados electorales. Lo que sí tienen claro los democristianos es que hay carteras que no asumirían nunca, como la de Economía y Hacienda o la de Administraciones Públicas.

Con este documento, Unió marca el ritmo de la política estatal de CiU y desbarata las tesis mantenidas desde los sectores nacionalistas más radicales de esta formación. Farreres señala, así, que “es totalmente errónea la estrategia propugnada por la ex consejera Carme Laura-Gil cuando dice que gobernar en Madrid, aún cuando no se gobierne Cataluña, es dejar sin sentido la existencia del partido nacionalista” (...) El error consiste en olvidar que el objetivo esencial de un partido es defender los derechos e intereses de sus representados, sean de carácter social, económico, nacional o identitario”. Laura-Gil es una de las voces soberanistas de Convergència y sus tesis están cercanas a las de Artur Mas.

'Meter cuchara'

El ex presidente de Unió recoge todas las tesis de Duran i Lleida para reafirmar su postura. “El caso es que, según el actual marco legal constitucional y estatutario, los intereses de los catalanes son decididos y administrados por los Gobiernos y Parlamentos español y catalán y así continúa siendo después del nuevo Estatuto de Cataluña. Por tanto, un partido nacionalista, si realmente quiere velar por los intereses de sus representados y conciudadanos, ha de intentar ‘meter cuchara’ en todos los sitios donde estos intereses son tratados”. Una vez sentadas las bases de la necesidad de entrar en el Gobierno central, a los democristianos sólo les queda aclarar cómo hacerlo.

Farreres desaconseja entrar en el Gobierno en estos momentos con el PSOE, “porque su suerte política está muy ligada a los acontecimientos que puedan producirse en el proceso de paz con ETA, que está sólo en sus inicios y sujeto a muchos interrogantes”. Sea como sea, Unió quiere lanzar un mensaje muy claro: la disponibilidad de los nacionalistas a ayudar a la gobernabilidad del Estado y a su participación en el Gobierno de Madrid.

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) ha fijado ya su propia ‘hoja de ruta’ al margen de la del propio presidente de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas. El presidente democristiano, Josep Antoni Duran i Lleida, desató la polémica estas Navidades reclamando la entrada de los nacionalistas catalanes en el próximo Gobierno central, gane quien gane las elecciones generales del 2008. Artur Mas tuvo que ‘chupar rueda’ de Duran y dejar la puerta abierta a esa posibilidad, al tiempo que reclamaba un encuentro urgente con su socio para unificar estrategias.