Zapatero acusa al PP de realizar un “relato de infamia” sobre la historia de los contactos con ETA

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se han mantenido hoy alejados en sus posiciones respecto a la política antiterrorista durante la sesión de control al Gobierno. El presidente acusó al PP de realizar un “relato de infamia” sobre la historia de los contactos con ETA, mientras que el líder popular reclamó que se deje de ambigüedades, actúe, rectifique y regrese al consenso.

Rajoy centró su intervención en la manifestación del pasado sábado en Madrid donde, convocados por el Foro de Ermua, “cientos de miles” de españoles salieron a la calle para exigir a Zapatero que ponga fin a las conversaciones con ETA y que retome la “única política sensata”, centrada en la derrota de ETA.

Zapatero respondió con los cuatro principios que, según él, presiden su gestión. Defender “al máximo posible” la seguridad y la libertad de los ciudadanos, aplicar el Estado de Derecho; apoyar a las víctimas y, por último –aquí recurrió a un tono más lento, subrayándolo- “intentar ve el fin de la violencia y del terrorismo” como “corresponde a cualquier Gobierno serio y responsable”.

Esta última observación, que deja la puerta abierta a futuros contactos con los terroristas, sirvió al presidente del PP para dar paso a su batería dialéctica. La respuesta “ya no vale”, porque no es momento de palabras “ni de frases huecas, ni de ambigüedades”, sino que los españoles piden claridad. En ese momento, resaltó una serie de noticias del día para reclamar de Zapatero: “Déjese de ambigüedades, tiene la obligación de ser claro y firme. Preside una gran nación, de 44 millones de personas, es la octava potencia, actúe”. En suma, que “rectifique” y regrese al consenso con el PP en materia antiterrorista.

Entre las noticias que Rajoy resaltó figuran la advertencia de las autoridades francesas respecto a que la banda terrorista tiene “cientos de explosivos” preparados; la campaña de los presos a favor de la independencia; el “lamentable espectáculo” del terrorista José Ignacio de Juana Chaos fotografiado por la prensa extranjera y, por último, el “chulesco espectáculo” de la entrega de los 18 miembros de Jarrai condenados por terrorismo.

Rajoy reclamó de Zapatero que desmienta que exista alguna conversación de emisarios socialistas con ETA; que se haya reunido con el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, para relanzar los contactos con la banda; que se comprometa a que Batasuna no se presente a las elecciones municipales y forales de mayo, que ilegalice el PCTV-EHAK y que “ponga orden” en el ministerio del Interior.

Zapatero saca el espíritu de Aznar

En su respuesta, Zapatero rescató, como suele hacer en este asunto, la figura de su predecesor, el ex presidente José María Aznar. Desmintió desde la tribuna que se haya reunido con Eguiguren –“es radicalmente falso”- y recordó que ya había proclamado los principios del fin del diálogo con ETA.

Zapatero apeló a Rajoy para que actúe con “pudor, coherencia y responsabilidad” y, en ese momento, sacó al espíritu de Aznar. Papel en mano, pasó a leer unas declaraciones del entonces presidente, de marzo de 2000, cuando ETA había regresado a sus asesinatos y sólo diez días antes de que matara a Fernando Buesa. En ellas, Aznar reconocía que mantendría la misma actitud si volviera a haber otra posibilidad de diálogo.

Tras leer la declaración de Aznar, el actual presidente reclamó de Rajoy “seriedad” y rigor porque “el relato que están haciendo, sencillamente, es un relato de infamia”.

La declaración de Aznar fue repartida poco después entre la Prensa por los asesores de Zapatero. Se trata de una entrevista del periódico La Vanguardia publicada el 5 de marzo de 2000. Ante la pregunta de si ETA “volviera a declarar una tregua, ¿cuál sería la actitud del Gobierno?”, el entonces presidente respondió: