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Otegi se enfrenta al sector 'duro' de Batasuna con una polémica propuesta dentro de la Constitución
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Otegi se enfrenta al sector 'duro' de Batasuna con una polémica propuesta dentro de la Constitución

Dirigentes de Batasuna llevaban días anunciando que la ilegalizada formación iba a tomar “decisiones valientes y arriesgadas”. Y ayer, su portavoz, Arnaldo Otegi, acompañado de la

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Otegi se enfrenta al sector 'duro' de Batasuna con una polémica propuesta dentro de la Constitución

Dirigentes de Batasuna llevaban días anunciando que la ilegalizada formación iba a tomar “decisiones valientes y arriesgadas”. Y ayer, su portavoz, Arnaldo Otegi, acompañado de la plana mayor del partido, compareció en solemne rueda de prensa en San Sebastián para dar a conocer una nueva propuesta en la que, por primera vez, la izquierda abertzale habló de una “autonomía política” que integre al País Vasco y Navarra “dentro del Estado español”. Este planteamiento reconoce también que para llegar a esta unión es necesario contar “con la aprobación mayoritaria de la ciudadanía tanto de la Comunidad Autónoma Vasca, como de la Comunidad Foral de Navarra” en la línea de lo que recoge la disposición transitoria cuarta de la Constitución.

No obstante, el documento leído por Otegi recalca que este “nuevo marco político” deberá permitir a los ciudadanos “decidir libremente su futuro político e institucional” de manera que se garantice que “todos los proyectos políticos, incluido el independentista, puedan ser no sólo defendidos, sino materializados, si ese es el deseo mayoritario de la ciudadanía”. El texto no menciona el atentado de la T-4, aunque alude a “obstáculos evidentes” que, sin embargo, no deben impedir la puesta en marcha de un diálogo que permita “alcanzar un acuerdo político resolutivo que de paso a nuevo escenario en Euskal Herria”.

En opinión de varias fuentes consultadas, la declaración de ayer, pese a contar con el aparente respaldo de la plana mayor de Batasuna, abrirá un nuevo periodo de tensiones en el seno de la ilegalizada formación. Según éstas, el sector duro del partido, que en enero ya intentó un golpe de mano contra Otegi (ver noticia del pasado martes), “va a hacer todo lo posible por sabotear la propuesta. Ahí se verá si Otegi tiene el poder que parece tras lanzar esta propuesta”.

En cuanto al resto de partidos políticos, la nueva propuesta de Batasuna fue recibida con aparente frialdad, y se mantienen firmes en reclamar un rechazo expreso de la violencia por parte de la izquierda abertzale para retomar las conversaciones. Sin embargo, en privado numerosos políticos han reconocido a este diario el importante paso que supone e, incluso, para muchos abre un nuevo escenario tras el atentado de Barajas. “Han pulverizado la propuesta de Anoeta [de noviembre de 2004] con un salto hacia delante que para nosotros puede parecer pequeño, pero que en ese mundo es radical”, reconoce a este diario un veterano socialista vasco.

Prudencia en Moncloa

En el Palacio de La Moncloa también se recibió con expectación las declaraciones de Otegi, aunque optaron por la prudencia y por esperar a ver lo que ocurre en los próximos días para resolver la gran duda: si el anuncio se adoptó con la autorización de ETA o si, por primera vez, Batasuna actúa de forma autónoma. De la experiencia acumulada en estos años, concluyen que la izquierda abertzale nunca ha dado un paso sin la autorización previa de la organización terrorista. Así ocurrió el pasado 8 de enero, cuando Otegi leyó un comunicado en el que también por primera vez pedía a la banda armada que mantuviera una tregua. ETA respondió al día siguiente con un comunicado en la misma línea.

Dirigentes de Batasuna llevaban días anunciando que la ilegalizada formación iba a tomar “decisiones valientes y arriesgadas”. Y ayer, su portavoz, Arnaldo Otegi, acompañado de la plana mayor del partido, compareció en solemne rueda de prensa en San Sebastián para dar a conocer una nueva propuesta en la que, por primera vez, la izquierda abertzale habló de una “autonomía política” que integre al País Vasco y Navarra “dentro del Estado español”. Este planteamiento reconoce también que para llegar a esta unión es necesario contar “con la aprobación mayoritaria de la ciudadanía tanto de la Comunidad Autónoma Vasca, como de la Comunidad Foral de Navarra” en la línea de lo que recoge la disposición transitoria cuarta de la Constitución.