El TC, roto en dos: la presidenta cree que el ‘caso Tremps’ ha dejado la imagen del alto tribunal por los suelos

Cuenta atrás en el Tribunal Constitucional. El auto con la recusación de Pablo Pérez Tremps está ya redactado y listo para ser difundido, pero aún faltan por recibir los cinco votos particulares, correspondientes a los cinco magistrados que se opusieron a apartar a su colega de las deliberaciones sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña.

Su presidenta, María Emilia Casas, aún está redactando los argumentos jurídicos de su voto particular. La magistrada está que trina: lleva más de una semana enfadada a causa de la mala imagen que, a su juicio, está dando la institución en este caso, y también por la votación perdida.

Dos semanas de deliberaciones desembocaron en una bronca sesión, la del jueves 1 de febrero, durante la cual se cruzaron palabras “muy gruesas” entre los magistrados. “Pérez Tremps tiene motivos para sentirse agraviado”, añade una fuente jurídica. A la presidenta le ha molestado mucho que se filtrara el ambiente tenso de esa reunión, ya que las deliberaciones del Constitucional son secretas. Y que la institución se haya convertido en un órgano más en la batalla entre PP y PSOE.

El contenido del auto será dado a conocer a principios de la próxima semana. Varias fuentes aseguran que se hará público el mismo lunes, sin embargo otras no descartan que se retrase la entrega de alguno de los votos particulares, por lo que la difusión del auto se dilataría algún día más.

Fuentes conocedoras del documento sostienen que los argumentos jurídicos del auto que aparta a Pérez Tremps de las deliberaciones del Estatut están “muy bien armados”, donde se incluyen los hechos recogidos por el instructor del caso, Javier Delgado Barrio, de tendencia conservadora moderada, origen judicial y que algunas fuentes sostienen que aspira a ser el próximo presidente del Tribunal Constitucional.

Entre estos hechos figuran las fechas de encargo, contrato y entrega del trabajo origen de la recusación, así como la cuantía que cobró Pérez Tremps por el estudio (6.000 euros brutos). El estudio fue encargado por el Instituto catalán de Estudios Autonómicos en 2003, según argumentó el magistrado recusado. Sin embargo, se entregó a comienzos de 2004, cuando ya la ponencia parlamentaria para la elaboración del nuevo Estatut estaba en marcha y, además, buena parte de sus recomendaciones se incluyeron en la versión final de la norma.

¿Dimisión o no?

El auto que recusa a Pérez Tremps ha sido redactado por Jorge Rodríguez Zapata, el único magistrado de origen académico que votó a favor de la recusación de Pérez Tremps, ya que los otros cinco votos corresponden a jueces. En cambio, los que votaron contra la recusación son cuatro académicos y un magistrado.

Mientras tanto, Pérez Tremps dilucida si dimite o no de su cargo, puesto para el que fue elegido hace nueve años y de los que sólo han transcurrido tres. Se trata de una decisión que quiere adoptar acorde con su conciencia, ya que estima que no ha incurrido en ilegalidad alguna en este caso. Si renunciara, el Gobierno podría colocar en su lugar a otro magistrado y restablecer la mayoría de 6/6 entre progresistas y conservadores que, con el voto de calidad de Casas, inclinaría la balanza hacia la redacción actual del Estatuto catalán y no hacia su recorte, como pretende el PP.