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Zapatero ya manejó el nombre de Bermejo para ministro de Justicia en 2004
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Zapatero ya manejó el nombre de Bermejo para ministro de Justicia en 2004

Nada más llegar al poder en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero ya quiso nombrar ministro de Justicia a Mariano Fernández Bermejo. Su nombre, sin embargo, no

Foto: Zapatero ya manejó el nombre de Bermejo para ministro de Justicia en 2004
Zapatero ya manejó el nombre de Bermejo para ministro de Justicia en 2004

Nada más llegar al poder en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero ya quiso nombrar ministro de Justicia a Mariano Fernández Bermejo. Su nombre, sin embargo, no prosperó y el presidente del Gobierno optó por López Aguilar. Ahora, dos años después, Fernández Bermejo pasa a ocupar, finalmente, esa cartera. El nuevo ministro de Justicia tomó ayer posesión de su cargo en un acto celebrado en el Palacio de la Zarzuela y presidido por los Reyes con la asistencia de Zapatero.

El relevo de cartera se produce hoy en el Ministerio de Justicia. López Aguilar ha intentado mantener a su equipo en sus puestos, pero todo apunta a que habrá cambios, ya que se detecta cierto pesimismo al respecto en el entorno del ya ex ministro. Es posible que Bermejo no cuente con el secretario de Estado Luis López Guerra, quien, en ese caso, regresaría a la Universidad Carlos III de Madrid, donde es catedrático de Derecho Constitucional.

Bromas a cuenta del retrato de Michavila

También ha bromeado López Aguilar a cuenta del retrato de José María Michavila -el último titular de Justicia del PP- que hay colgado en un pasillo preeminente de la sede del Ministerio. El canario comentó a su antecesor que, antes de cerrar la puerta, se iba a cerciorar de que el cuadro siguiera allí; luego no garantiza que Fernández Bermejo le dé la puerta. Era una forma de aludir al pulso que Bermejo y Michavila mantuvieron en el pasado, cuando el segundo presionó al primero para apartarlo de su cargo de fiscal jefe de Madrid. Y a las críticas del diputado del PP nada más conocer su nombramiento.

El nuevo ministro, que se autodefine de izquierdas, no ha recibido ni un día de margen por parte del PP. Los populares consideran imposible un acuerdo con Fernández Bermejo, al que tildan de radical en el ámbito de la Justicia. “Han encontrado la excusa perfecta para no afrontar la renovación del Consejo General del Poder Judicial” (CGPJ), sostienen en fuentes socialistas.

La principal tarea encomendada a Fernández Bermejo es poner orden en los distintos conflictos judiciales que hay montados, en especial la renovación del CGPJ. Las mismas fuentes consideran que será difícil que pueda alcanzar un pacto con el PP: los populares exigen poder nombrar a nueve miembros del Consejo, lo que dejaría a los socialistas con nueve miembros a repartir con sus aliados de IU y nacionalistas.

Escasos asuntos pendientes

Tampoco quedan muchos asuntos pendientes en el CGPJ hasta el final de la legislatura, por lo que los consejeros pueden mantenerse un año más en sus puestos, según fuentes judiciales. Estos son los más importantes: nombramiento del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia; tres plazas vacantes en la Sala quinta (militar) del Tribunal Supremo, así como una plaza más en la sala tercera y, por último, elaborar un informe sobre la reforma del régimen disciplinario de la Guardia Civil que será tratado en el pleno del próximo día 28.

El ministerio “más sórdido” del Gobierno. Así define en privado López Aguilar su paso por esa cartera. Su momento dulce de la semana eran los viernes, la reunión del Consejo de Ministros. Y el pasado viernes regaló a todos sus colegas ministros una caricatura, donde reflejaba lo más destacado de cada uno. No se ha guardado copia.

Nada más llegar al poder en 2004, José Luis Rodríguez Zapatero ya quiso nombrar ministro de Justicia a Mariano Fernández Bermejo. Su nombre, sin embargo, no prosperó y el presidente del Gobierno optó por López Aguilar. Ahora, dos años después, Fernández Bermejo pasa a ocupar, finalmente, esa cartera. El nuevo ministro de Justicia tomó ayer posesión de su cargo en un acto celebrado en el Palacio de la Zarzuela y presidido por los Reyes con la asistencia de Zapatero.