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La ‘segunda transición’ de Zapatero hace agua: los andaluces dan la espalda a su nuevo estatuto con una histórica baja participación
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La ‘segunda transición’ de Zapatero hace agua: los andaluces dan la espalda a su nuevo estatuto con una histórica baja participación

Seis de cada diez andaluces con derecho a voto optaron ayer por no participar en el referéndum sobre el nuevo Estatuto de esa comunidad autónoma, el

Foto: La ‘segunda transición’ de Zapatero hace agua: los andaluces dan la espalda a su nuevo estatuto con una histórica baja participación
La ‘segunda transición’ de Zapatero hace agua: los andaluces dan la espalda a su nuevo estatuto con una histórica baja participación

Seis de cada diez andaluces con derecho a voto optaron ayer por no participar en el referéndum sobre el nuevo Estatuto de esa comunidad autónoma, el que habla en su preámbulo de la ‘realidad nacional’ andaluza. Se trata de una cifra de abstención sin precedentes: el 66,72% del censo se quedó en casa.

A pesar de la elevada abstención, el resultado fue mayoritario a favor del nuevo texto autonómico pactado entre PSOE, PP e IU: hubo un 87,45% de votos afirmativos, un 9,48% negativos y un 3% en blanco. El 36,28% de los ciudadanos acudió a votar la reforma, frente al 57% de participación que tuvo el Estatuto andaluz vigente hasta ahora, el de 1981.

Cuatro millones de andaluces no se dignaron a acudir a las urnas, y el nuevo texto sólo ha sido votado por algo más de dos millones de votantes. La de ayer ha sido la consulta con menos participación de toda la historia de Andalucía: ni siquiera la fracasada constitución europea cosechó tamaño desafecto.

Este resultado, junto a la elevada abstención que registró el Estatuto de Cataluña en junio pasado (51,15%), pone en evidencia que el buque de la Segunda Transición impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero contra viento y marea comienza a encallar. La expresión la acuñó el ex presidente catalán Pasqual Maragall -otro que también embarrancó-, y engloba este segundo proceso de reformas territoriales, emprendido sin aclarar antes cuáles son los límites del Estado, que es lo que recomendaba el informe del Consejo de Estado encargado por el Gobierno para guardarlo luego en un cajón.

Expertos en Derecho Público coinciden en que una norma de convivencia, como es un Estatuto, debe alcanzar al menos el 60% de apoyos para que cumpla su objetivo político y perviva en el tiempo sin sobresaltos sociales. Pero los estatutos de la era Zapatero no alcanzan ni de lejos ese porcentaje.

Así, la norma catalana sólo logró un 48,85% de participación en junio de 2006, frente al 59,30% que obtuvo el Estatuto de Cataluña de 1979. Para hacerse una idea, el Estatuto vasco de Gernika, tan denostado por los nacionalistas, obtuvo un 59,77% de participación, con un 90,29% de votos afirmativos. Y ahora el PNV ni siquiera celebra su aniversario.

Sólo las comunidades que accedieron a la autonomía por la llamada vía rápida (la del artículo 151 de la Constitución, referido a las llamadas históricas) someten la reforma de sus Estatutos a referéndum. Sin embargo, las de segunda generación de la era Zapatero ya incluyen esta consulta para futuros cambios, como ocurre con el caso de la Comunidad Valenciana.

Cádiz, capital de las chirigotas y de la abstención

En los próximos días las formaciones políticas tendrán que analizar las consecuencias de la consulta andaluza, en cuya abstención también ha influido la desafección que se registra en las encuestas de los ciudadanos respecto a los partidos políticos tradicionales, cuyo monolitismo rechazan. Y, por qué no decirlo, el hecho de que Manuel Chaves, presidente andaluz, convocara la consulta un Domingo de Carnaval.

Cádiz fue ayer la capital de las chirigotas y de la abstención. Siete de cada diez gaditanos se fueron de carnaval sin pasar por las urnas (en concreto, el 69,12%), seguidos de la provincia de Málaga (67,64%), Almería (67,60%), Huelva (64,76%), Granada (63,22%), Sevilla (60,95%), Jaén (56%) y Córdoba (59,21%). (Ver resultados oficiales).

Seis de cada diez andaluces con derecho a voto optaron ayer por no participar en el referéndum sobre el nuevo Estatuto de esa comunidad autónoma, el que habla en su preámbulo de la ‘realidad nacional’ andaluza. Se trata de una cifra de abstención sin precedentes: el 66,72% del censo se quedó en casa.