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Las dos contradicciones de Zougam
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Las dos contradicciones de Zougam

Vestido con un jersey blanco con rayas de colores sobre el que destacaba el verde cocodrilo de Lacoste, Jamal Zougam retomó hoy su declaración por los

Vestido con un jersey blanco con rayas de colores sobre el que destacaba el verde cocodrilo de Lacoste, Jamal Zougam retomó hoy su declaración por los atentados del 11-M con el mismo afán exculpatorio que demostró el viernes, pero con alguna que otra contradicción. Mantuvo que él estaba durmiendo cuando estallaron las bombas y que condenaba la masacre de Madrid “rotundamente”. También se presentó como un hombre familiar al que su madre ponía el desayuno, que buscaba una casa nueva para irse a vivir con su mujer y que sólo se tomaba un respiro en su jornada laboral para ir de noche a un gimnasio.

La segunda jornada de declaración también sirvió para comprobar que Zougam, a pesar de la impresión que ha dado de conocerse al dedillo el sumario, también cae en contradicciones. En concreto, en dos. La primera, cuando su abogado defensor le preguntó por los 7.500 euros que la Policía halló en el registro de su domicilio. El viernes dijo que era para la vivienda que buscaba para irse a vivir con su mujer. Hoy, que aquellos billetes eran el dinero que le daban él y sus hermanos a su madre para los gastos cotidianos.

La segunda fue sobre su rechazo a ser confidente. En la jornada del viernes aseguró que fueron los agentes del CNI los que pidieron que ejerciera de chivato, como se había encargado de anticipar días antes en un periódico. Hoy, ya no eran agentes de los servicios secretos militares, sino la policía. Y ya no le habían hecho una vez el ofrecimiento, sino dos. Eso sí, tanto el viernes como hoy recalcó que rechazó el ofrecimiento: “Yo no valía para ese trabajo. Al final le dije, dame el teléfono y, si yo me entero de algo, te lo digo. Yo no voy a trabajar de confidente. Nunca le llamé”.

El resto del interrogatorio de su abogado defensor permitió a Zougam rechazar su pertenencia a cualquier grupo terrorista. Desde Al Qaeda y los grupos salafistas hasta ETA, sin olvidar a los GRAPO. Sí, no leen mal. También los GRAPO han salido a la palestra. ¿Se abre una nueva línea de investigación?

Vestido con un jersey blanco con rayas de colores sobre el que destacaba el verde cocodrilo de Lacoste, Jamal Zougam retomó hoy su declaración por los atentados del 11-M con el mismo afán exculpatorio que demostró el viernes, pero con alguna que otra contradicción. Mantuvo que él estaba durmiendo cuando estallaron las bombas y que condenaba la masacre de Madrid “rotundamente”. También se presentó como un hombre familiar al que su madre ponía el desayuno, que buscaba una casa nueva para irse a vivir con su mujer y que sólo se tomaba un respiro en su jornada laboral para ir de noche a un gimnasio.