Zapatero cierra una Escuela Árabe controlada por socialistas después de dilapidar 18 millones de euros

Malos tiempos para la percepción del compromiso de España con la Alianza de Civilizaciones propuesta por José Luis Rodríguez Zapatero a la ONU. Los diplomáticos de países árabes destinados en España están molestos con el fiasco de una escuela de formación y convivencia entre altos directivos europeos y árabes. Ubicado en Granada, el centro ha sido cerrado y hay serias incógnitas sobre el destino del dinero aportado por la Comisión Europea, la Liga Árabe y España desde 1995: 18 millones de euros.

La Liga de los Estados Árabes, que agrupa a 22 naciones, ha enviado varias cartas de protesta al Ministerio de Asuntos Exteriores y a su titular Miguel Ángel Moratinos, sin obtener respuesta. Al final, ha tirado la toalla e instado al cierre del centro, la Escuela Euroárabe de Gestión.

Ahora bien, ni la Liga ni los embajadores árabes tienen la intención de abrir un camino de reproches públicos a Zapatero o a Moratinos. Es más, han decidido pasar página, conscientes de que deben seguir colaborando con el Gobierno y que ya nada puede hacerse, según ha podido saber este diario.

Pero hay cartas remitidas a Exteriores que expresan el profundo malestar diplomático. En una fechada en diciembre, la Liga Árabe protesta por el despido de los 16 trabajadores de la Escuela -medida que fue adoptada en noviembre sin consultarles- y del director general, Domingo del Pino. Este último, había sido contratado para reflotar la Escuela tan sólo cuatro meses antes, en julio de 2006.

En su escrito, la Liga califica el cierre de la escuela de “unilateral e ilegal”. También advierte de que el dinero de esa Escuela internacional, proveniente de las contribuciones de sus fundadores -la Comisión Europea, los países árabes y España- no puede ser utilizado para financiar otras actividades de terceras partes, ni para fundación alguna. Todo un aviso a navegantes.

Este es el balance de la Escuela: 18 millones de euros de presupuesto total aportados desde 1995. De ellos, unos seis millones fueron destinados a formación y doce millones a gastos de funcionamiento. Allí sólo se han educado a 340 alumnos, cuando ésta era la cifra que tenía como objetivo para un sólo año. La Comisión Europea se dio cuenta de la mala gestión y en 2001 se salió del proyecto. La Escuela quedó prácticamente paralizada.

En diciembre pasado había que decidir si se cerraba o continuaba adelante, según los acuerdos fundacionales. A principios de 2006, Moratinos y el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa acordaron seguir adelante con la Escuela y contratar a un director general. Se eligió a Del Pino, un conocido periodista especializado en el mundo árabe.

Su objetivo era presentar un proyecto viable y desgajar la Escuela del paraguas de la Fundación Euro Árabe de Altos Estudios, de ámbito español. Tenía que tener lista su propuesta antes de diciembre, pero casi no ejerció su cargo. Del Pino fue nombrado en julio, la Escuela estuvo cerrada por vacaciones en agosto y, en septiembre, el director financiero se puso de baja y no regresó hasta noviembre, cuando se despidió a todos los empleados.

Moratinos perdió el pulso con el PSOE andaluz

“Detrás se encuentra un pulso entre Moratinos y el Partido Socialista Andaluz que, a la vista está, ha perdido el ministro”, reconocen fuentes diplomáticas. “Los socialistas andaluces controlan la Fundación española”, que sirve de paraguas del centro educativo internacional, y “han boicoteado la Escuela para quedarse con el proyecto”, añaden estas fuentes.

Cuando se creó la Escuela, el Gobierno español ofreció a la Comisión Europea y a La Liga Árabe una cobertura legal: que estuviera integrada dentro de una Fundación del mismo nombre, pero con el compromiso realizar después su separación jurídica. Ningún gobierno lo hizo.