González: “La utilización del terrorismo no empezó con el 11-M, ni estos días, sino hace 14 años”

El PSOE histórico, el de la transición, el que metió a España en Europa, con Felipe González a la cabeza, acudió en parte en Madrid a la presentación del nuevo libro de Rafael Vera. Su secretario de Estado de seguridad, que pasó dos años en la cárcel por apropiación de fondos reservados y por el secuestro de Segundo Marey a manos de los GAL, y bajo cuya dirección “se quebró el espinazo de ETA”, como recordó el ex presidente. Nadie de la cúpula del socialismo actual se presentó al acto, ni José Luis Rodríguez Zapatero, ni José Blanco, ninguno de sus herederos.

Ante un salón abarrotado, el ex presidente dijo que estaba allí porque Vera “ha pagado más que nadie” el precio de “una cacería humana sin fundamento” dirigida contra él y el proyecto socialista y que fue desplegada a partir de 1993 con un doble propósito: desestabilizar al Estado, creando “una crisis en el sistema democrático y lograr mediante el juego sucio un triunfo electoral que les negaban los ciudadanos”.

En su libro Las 19 puertas (Espejo de Tinta), Vera revela una reunión que sirvió ayer a González para dar perspectiva a esa conspiración político-mediática y judicial. Cuenta que el entonces jefe de la oposición, José María Aznar, solicitó una reunión con el ministro del Interior, José Luis Corcuera, a la que acudió Vera. En ese encuentro, el “nuevo líder de la derecha conservadora les advirtió que a partir de entonces la lucha contra el terrorismo no iba a quedar fuera de la confrontación política”.

“De esto hace 14 años. Esto no ha empezado con el 11-M, ni con el 14-M, ni con lo que estamos viviendo estos días. La utilización del terrorismo comenzó hace 14 años”, sentenció González.

Reivindicó para la memoria histórica que su Gobierno logró “el principio del fin” de ETA, con la detención de la dirección terrorista en Bidart, en 1992, y que fue el primer Ejecutivo que quiso evitar a toda costa la inscripción de Herri Batasuna como partido político. Pero que el Supremo y el Constitucional lo rechazaron.

González dedicó un especial dardo a Aznar, sin citarlo. “La mayor debilidad mostrada por el Ejecutivo frente a ETA fue a partir de septiembre de 1998”, sentenció situando esta debilidad en el año en que el Gobierno del PP se sentó en Suiza en una mesa con la banda terrorista. “ETA ya estaba derrotada, pero a alguien le dio el síndrome del Nobel de la Paz y esto dio pie a la recuperación de la banda”. A su juicio, “parece que todo el que llega al Gobierno es un poco adanista, se cree Adán, el primer hombre en la Tierra”.

Junto a González, presentaron el libro María Antonia Iglesias y Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El presidente de Extremadura sigue en la línea de la desinhibición. Desde su punto de vista, si González hubiera perdido las elecciones de 1993, seguramente Vera no habría ido a la cárcel. Porque fue entonces cuando comenzó la conspiración para echarlos del poder, en su opinión.

Ibarra consideró que hoy, como entonces, la derecha está inmersa en una operación similar para desbancar a Zapatero del Gobierno. Reflexión que luego asumió González en su intervención. “Para la derecha, la izquierda es como el portero del bloque”, argumentó Ibarra. Y a ese portero, agregó, se le llama para que limpie después de una fiesta con borrachera y, cuando deja el piso en orden, “la derecha le dice al portero que vuelva al sótano”. En ese regreso a la portería, algunos –en referencia a Vera- “se quedaron atrapados”.

Presencia estelar de Alfonso Guerra