El sindicato LAB se resiste a que sus dirigentes se integren en las 'listas blancas' de Batasuna para las elecciones

“La izquierda abertzale se va a presentar [a las elecciones]”. Arnaldo Otegi, líder de la ilegalizada Batasuna, reiteraba con estas palabras recogidas en una entrevista publicada ayer por el diario Gara cuál es el principal objetivo de su formación: concurrir a los comicios municipales y forales de mayo. Lo que, sin embargo, no quiso aclarar fue la fórmula que finalmente empleará para ello. Un secretismo que pretende dificultar una hipotética ilegalización, pero también evitar que salgan a la luz los problemas que están encontrando para completar las listas blancas -sin candidatos ligados a Batasuna- que consigan salvar la Ley de Partidos. De hecho, la que la ilegalizada formación pretendía que fuese la principal cantera para completar sus candidaturas, el sindicato LAB, ha mostrado serias reticencias a que sus dirigentes en el ámbito local y provincial se integren en éstas.

Así lo ha podido confirmar El Confidencial en fuentes políticas vascas y de los servicios de la lucha antiterrorista, que añaden que el reparo de la organización que lidera Rafa Díez Usabiaga a implicarse “en exceso” en las listas pretende evitar, a toda costa, perjudicar su actual posición en Euskadi, donde son el segundo sindicato tras los nacionalistas de ELA. “Algunos de sus dirigentes ya han hecho saber a Otegi que la participación en política de sus rostros más conocidos podría comprometer, no sólo su papel sindical, sino también su estatus de única organización legal del mundo abertzale. Y eso es lo último que quieren en estos momentos”, apunta a este diario un analista del Ministerio del Interior.

Según las hipótesis que manejan en Moncloa, Batasuna planea presentar tanto candidaturas blancas como negras, éstas incluyendo nombres muy representativos de la propia formación. Su objetivo: que estas últimas centren la atención de la Justicia, que debe hacer la criba en un espacio muy corto de tiempo, y así lograr que el mayor número de listas limpias puedan superar el filtro y concurrir a las urnas. Era, precisamente, en las blancas donde los dirigentes de la izquierda abertzale pretendían que los militantes de LAB, la mayoría de los cuales ni militan ni han militado en Batasuna, participaran para completar las candidaturas.

Según las fuentes policiales consultadas, las reticencias del sindicato a que sus dirigentes se integren en las listas no es el único obstáculo que se ha encontrado Batasuna para lograr la inclusión de nombres conocidos en la elaboración de las listas. El sondeo que ha hecho en las últimas semanas entre históricos militantes de la izquierda abertzale para lograr su incorporación a las candidaturas también se ha encontrado con un buen número de negativas. Un serio problema cuando los planes de la izquierda abertzale, recogidos ya en un documento interno de hace un año, incluían presentarse en 269 de los 523 municipios existentes en el País Vasco y Navarro (ver El Confidencial del 19 de diciembre de 2006).

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