Fin del ensayo general: el PP se prepara para la próxima gran batalla, la posible 'legalización' de Batasuna en abril

Esta semana toca medir las fuerzas en las Cortes, tras la masiva manifestación del PP, la más importante que ha convocado un partido político en solitario. José Luis Rodríguez Zapatero ya ha anunciado que no piensa rectificar en la concesión de la prisión atenuada al etarra Ignacio de Juana Chaos. Los populares contaban con ello. La protesta del sábado ha supuesto un ensayo general de notable éxito ante el gran pulso, que vendrá en abril. A finales de ese mes llega la hora de la verdad, porque vence el plazo para que Batasuna o sus trasuntos soliciten su legalización y puedan concurrir con un partido nuevo a las elecciones municipales y forales de mayo.

Muchos en el PP consideran que el gran pulso puede resultar definitivo, dada la proximidad de los comicios, para la línea de flotación del Gobierno de Zapatero. Si Batasuna o sus clones no condenan la violencia, al presidente se le presenta el dilema de dejarles concurrir o no. Si lo permite, los populares tienen previsto convertir esta decisión -convencidos de que va a resultar muy difícil de entender a los electores- en el eje central de toda su acción de oposición.

En el PSOE hay preocupación sobre si el caso De Juana acarreará una mayor abstención entre sus votantes. Al tiempo de que corren el riesgo de que sus candidatos a alcaldes terminen la campaña dando explicaciones sobre ETA en general y el etarra en particular, en lugar de centrarse en los asuntos propios de sus municipios.

Adelanto electoral

Mariano Rajoy, presidente del PP, aspira a un adelanto electoral; cree que la legislatura se ha terminado y que son los españoles los que deben decidir qué política antiterrorista hay que aplicar. Pero Zapatero no piensa ni de lejos en adelantar los comicios -los idus demoscópicos no le son favorables-, y confía en que la protesta del sábado haya sido el clímax al pulso que le ha echado el líder popular.

Zapatero tiene sus esperanzas puestas en la comparecencia de mañana en el Congreso de Alfredo Pérez Rubalcaba. Confía en la capacidad de su ministro del Interior para darle la vuelta a la situación. Las previsiones apuntan a que Rubalcaba hará realidad la advertencia que hizo el presidente la semana pasada: desempolvar decisiones antiterroristas del pasado, como esas casi 300 excarcelaciones realizadas en la etapa del PP.

Además, el PSOE y el Gobierno desplegarán su contrarréplica a la manifestación. Algunos sostienen que Zapatero planea hacer caso a Gaspar Llamazares y sacar la bandera de la necesidad de un pacto antiterrorista que una a los demócratas (menos el PP). Ya la había orillado. Y, paralelamente, se difundirá el mensaje de que la legislatura no ha acabado, porque aún hay pendiente muchos avances sociales por acordar.

'Cordón sanitario' roto

Pero el PP marca su agenda. Si se cuenta la comparecencia del ministro, esta semana habrá hasta siete iniciativas parlamentarias centradas en el etarra De Juana. Los populares provocarán mañana que el Pleno del Congreso decida si se debe rectificar o no la concesión de la prisión atenuada al terrorista. Y en la sesión de control al Gobierno del miércoles han presentado cinco preguntas relacionadas con el etarra, incluida que se aclare qué diferencia hay entre este caso y la muerte por huelga de hambre del Grapo José Manuel Sevillano hace 17 años.