Palo y zanahoria en la Guardia Civil: Interior negocia en secreto con dirigentes de la AUGC tras expedientarles

Con manifestaciones, palo. Con diálogo, zanahoria. Representantes del Ministerio del Interior e integrantes del Grupo Parlamentario socialista mantuvieron el pasado viernes 9 de marzo una discreta reunión con dirigentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) para negociar posibles modificaciones a los textos de la Ley de Reglamento Disciplinario y de la Ley de Derechos y Deberes que iniciarán en breve su tramitación en el Congreso de los Diputados, según han confirmado a El Confidencial fuentes del sindicato verde. Puestos en contacto con el Ministerio del Interior y con el PSOE, portavoces de ambos declinaron comentar la información.

El encuentro se produce semanas después de que el departamento de Alfredo Pérez Rubalcaba aplicase mano dura contra los líderes de la organización protosindical y abriera expediente a veinte de ellos por falta muy grave tras organizar la polémica concentración del pasado 20 de enero en la Plaza Mayor de Madrid a la que asistieron numerosos guardias civiles de uniforme y con tricornio. Según las fuentes consultadas por este diario, en la reunión no se abordó, sin embargo, el tema de las sanciones -que ha supuesto la suspensión de funciones durante 90 días para los agentes expedientados-, pero sí reconocen que la cuestión “estuvo en el ambiente y finalmente se tendrá que hablar de ellas para darles una solución”.

El discreto encuentro tuvo lugar en dependencias del Grupo Socialista en el Congreso y al mismo asistieron varios de los representantes del PSOE en la Comisión de Interior donde debe tramitar esos proyectos de Ley en la Cámara Baja, así como un representante del Ministerio de Alfredo Pérez Rubalcaba. Aunque las fuentes consultadas no quisieron concretar la identidad de éste, negaron que el mismo fuera el número 2 del departamento, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, hasta hace poco interlocutor del Gobierno con las organizaciones de la Guardia Civil. Por su parte, la AUGC estuvo representada por varios de sus líderes, entre los que se encontraba su secretario general, Joan Miquel Perpinyà, uno de los expedientados.

Un calendario y poco más

La cita terminó sin grandes avances. El principal logro, según las fuentes sindicales, fue el acuerdo de volver a reunirse en las próximas semanas, para lo cual ambas partes pactaron un calendario para futuros encuentros. No obstante, fuentes de la Dirección General de la Guardia Civil y la Policía destacan que los primeros efectos de las conversaciones se dejaron sentir sólo un día después del encuentro: un acto oficial al que el máximo responsable de la Benemérita, Joan Mesquida, asistió el pasado sábado 10 de marzo en la Comandancia de Baleares no fue boicoteado por la AUGC, como temían los miembros del equipo del director general.

“Se han dado cuenta que consiguen más hablando que con movilizaciones fuera de lugar”, aseguran fuentes del Instituto armado. Sin embargo, tras el éxito mediático del acto de Madrid de enero, algunos dirigentes del protosindicato apuntaron a este diario que estaban dispuestos a seguir saliendo a la calle de uniforme si el Gobierno tomaba represalias contra ellos: “Lo estamos deseando”, llegó a afirmar un destacado dirigente horas después de que la foto de un guardia civil uniformado con el puño en alto ocupara las portadas de la mayor parte de los periódicos españoles.