Es noticia
Rubalcaba acusa al PP de tener “un ojo en la prensa y otro en las urnas” cuando critica el ‘caso De Juana’
  1. España

Rubalcaba acusa al PP de tener “un ojo en la prensa y otro en las urnas” cuando critica el ‘caso De Juana’

Ni un minuto a la cortesía parlamentaria. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comenzó su intervención ante la Comisión de Interior del Congreso de los

Foto: Rubalcaba acusa al PP de tener “un ojo en la prensa y otro en las urnas” cuando critica el ‘caso De Juana’
Rubalcaba acusa al PP de tener “un ojo en la prensa y otro en las urnas” cuando critica el ‘caso De Juana’

Ni un minuto a la cortesía parlamentaria. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comenzó su intervención ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para explicar la intervención de su departamento en el caso De Juana con un ataque en toda regla al principal partido de la oposición. Para ello utilizó la palabras que en 1996 utilizó el entonces ministro Jaime Mayor Oreja para justificar el acercamiento, en pleno secuestro de José Antonio Ortega Lara, de una treintena de presos de la banda armada: “Los miembros de ETA, en el supuesto de que en un momento determinado decidieran una actuación, que ojalá no se produzca, lo tienen más complicado en el sentido de que no pueden justificar que aquí se ha producido una cerrazón e intransigencia por parte de Interior”.

A partir de ahí, Pérez Rubalcaba cargó contra el PP, no tanto por la política penitenciaria que ejerció cuando estuvo al frente del Gobierno, sino por su actitud frente al Gobierno desde que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero decidió atenuar al prisión del preso etarra por motivos humanitarios. El ministro llamó “mentirosos” a sus antecesores populares en el cargo. Les acusó de “hipocresía” y “doble moral”. Les culpó de “irresponsabilidad” y “demagogia”. Y calificó su reacción de “iracunda”, “desmesurada” e insinuó que era fruto de “tener un ojo en los titulares de prensa y otro en las urnas”.

Un bombardeo en toda regla que duró los setenta minutos que utilizó en su primera intervención para exponer los datos de la política antiterrorista desde las frustradas negociaciones de Argel hasta nuestros días, con especial hincapié en las excarcelaciones y concesiones de beneficios penitenciarios que hizo el PP durante sus ocho años de Gobierno. Así, desveló que en este periodo el Ejecutivo de José María Aznar realizó 193 acercamientos de presos etarras; que a otros 85 les concedió la progresión al régimen de semilibertad que es el tercer grado, y que excarcelaron a otros 292.

Casos concretos

En su exposición, Pérez Rubalcaba ha detallado que entre 1997 y 2004 el Gobierno popular concedió a 62 presos más de año y medio de redenciones extraordinarias a cada uno. En concreto, 70.966 días o lo que es lo mismo: 194 años de cárcel. “¿Llevará el PP flores a todos los lugares donde estos presos cometieron asesinatos?”, preguntó a la bancada de la oposición para a continuación lanzarles otra cuestión: “¿No se avergüenza de lo que están haciendo después de lo que hicieron?”.

En este repaso, el ministro del Interior descendió a casos concretos, como el de Iñaki Bilbao, que tras conseguir beneficios por “modélico comportamiento”, asesinó a un concejal del PSOE dos años después. O el de José Ramón Artola, condenado a 300 años por los asesinatos de un policía, un militar y un niño y que sólo cumplió quince porque se le admitió redimir parte de su condena “por hacer punto de cruz”. O el de Miguel Sarasqueta, condenado a 90 años por cuatro asesinatos, y que salió a la calle tras 20 años y actualmente se encuentra imputado por “volver a trabajar para ETA” desde la ilegalizada Gestoras Pro Amnistía. Incluso se permitió esconder una carta: “Este caso me lo voy a callar”.

Ni un minuto a la cortesía parlamentaria. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comenzó su intervención ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para explicar la intervención de su departamento en el caso De Juana con un ataque en toda regla al principal partido de la oposición. Para ello utilizó la palabras que en 1996 utilizó el entonces ministro Jaime Mayor Oreja para justificar el acercamiento, en pleno secuestro de José Antonio Ortega Lara, de una treintena de presos de la banda armada: “Los miembros de ETA, en el supuesto de que en un momento determinado decidieran una actuación, que ojalá no se produzca, lo tienen más complicado en el sentido de que no pueden justificar que aquí se ha producido una cerrazón e intransigencia por parte de Interior”.