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Rubalcaba arranca el ventilador, pero no encuentra antecedentes al ‘caso de Juana’
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Rubalcaba arranca el ventilador, pero no encuentra antecedentes al ‘caso de Juana’

El ministro desnudó en público la política penitenciaria de los últimos veinte años. Fue un “debate descarnado”, en el que intentó demostrar que el PP había

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Rubalcaba arranca el ventilador, pero no encuentra antecedentes al ‘caso de Juana’

El ministro desnudó en público la política penitenciaria de los últimos veinte años. Fue un “debate descarnado”, en el que intentó demostrar que el PP había tenido sus debilidades frente a ETA, como el resto de los gobiernos democráticos, siempre con el objetivo de intentar acabar con el terrorismo. Pero no pudo exhibir ningún caso similar a la concesión de la prisión atenuada al etarra Ignacio de Juana Chaos, otorgada para evitar "males mayores".

Y con sus primeras palabras, Alfredo Pérez Rubalcaba intentó clavar en el escaño al portavoz del PP, Eduardo Zaplana. Porque se arrancó con esta frase: “Los miembros de ETA, en el supuesto de que en un momento determinado decidieran una actuación, que ojalá no se produzca, lo tienen más complicado en el sentido de que no pueden justificar que aquí se ha producido una cerrazón y una intransigencia por parte de Interior”.

“Antes de que se lancen en tromba” les aclaró que la frase la pronunció en 1996 el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, “para justificar el acercamiento de 32 presos que llevó a cabo en junio de dicho año”. Ocurrió mientras el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara estaba secuestrado por ETA, enterrado en vida en un zulo hasta que fue librado por la Guardia Civil tras pasar allí 532 días.

El viaje en el tiempo del ministro del Interior buscaba anclar las razones por las que José Luis Rodríguez Zapatero ha concedido la prisión atenuada al etarra. “Excarcelación de De Juana”, dijo en un lapsus. Pero Zaplana le repitió una y otra vez que no hay precedentes en toda la democracia de que el Estado haya cedido al chantaje de un etarra en huelga de hambre. “Con su estrategia de ocultar, enredar y manipular la verdad sólo conseguirá que aumente el número de españoles indignados con su Gobierno”, sentenció el portavoz popular.

El ministro estuvo brillante cuando describió “el caos” suscitado en Interior de finales de 1995 a 2004, periodo en el que ETA instruyó a sus presos para que solicitaran a mansalva las reducciones de penas. Denunció que el PP no hizo nada por cambiar la normativa vigente. Zaplana le recordó que esa normativa era de la etapa del PSOE, pero Rubalcaba replicó que podían haberla cambiado para evitar reducciones falsas.

Rebajas de condena por esculpir la ‘serpiente’

El ministro sacó a colación las rebajas de condena por trabajar en un taller de madera en el que se esculpía la serpiente y el hacha, los símbolos de ETA. Llegó hasta la caricatura de la gestión popular por no haber evitado que etarras con delitos de sangre “obtuvieran rebajas por hacer punto de cruz o ganchillo". O que el propio De Juana rebajara su condena por escribir un libro que es una “apología del terrorismo”.

Y llegó a preguntar en dos ocasiones al PP: “¿Llevarán flores a todos los sitios donde se cometieron los asesinatos de presos excarcelados por ustedes?”.

Zaplana no se arredró. Le respondió que de los 4.125 días de condena que redimió De Juana, 600 corresponden a época del PP, como había expuesto el ministro, "y el resto a gobiernos socialistas". El portavoz del PP no negó que ellos hubieran concedido beneficios penitenciarios: era la legalidad vigente, aprobada por el PSOE –“culpa y responsabilidad de quienes habían legislado”-, y los socialistas se negaron durante 14 años a pactar el cumplimiento íntegro de las penas.

El ministro desnudó en público la política penitenciaria de los últimos veinte años. Fue un “debate descarnado”, en el que intentó demostrar que el PP había tenido sus debilidades frente a ETA, como el resto de los gobiernos democráticos, siempre con el objetivo de intentar acabar con el terrorismo. Pero no pudo exhibir ningún caso similar a la concesión de la prisión atenuada al etarra Ignacio de Juana Chaos, otorgada para evitar "males mayores".