Interior usó el avión en el que viajan sus altos cargos para traer a Otegi a la Audiencia Nacional

La Audiencia Nacional dio la orden de su “inmediata detención y traslado” y el Ministerio del Interior hizo todo un despliegue de agentes y medios para cumplirla y conseguir que el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, compareciera ese mismo miércoles ante el Tribunal que debía juzgarle por enaltecimiento del terrorismo. Para ello no dudó en destinar sesenta guardias civiles a su captura y enviar desde Madrid el avión que utilizan los altos cargos del departamento en sus desplazamientos para lograr que el dirigente abertzale se sentara finalmente en el banquillo de los acusados.

El departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba utilizó un aeroplano del Servicio de Medios Aéreos del Cuerpo Nacional de Policía. En concreto, un Beechcraft B-200 que se había incautado en 2003 a una red de narcotraficantes en la ‘Operación Gemelos’ contra el blanqueo de dinero y que el entonces juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz de Polanco cedió a las Fuerzas de Seguridad del Estado en aplicación de la ley que permite destinar a uso policial el material requisado al crimen organizado. Equipado con dos turbohélices y con capacidad para una decena de pasajeros, la aeronave lleva en su fuselaje el escudo del CNP y tiene su base en el aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid, desde donde partió el pasado miércoles con rumbo a Bilbao para recoger a Otegi y la media docena de los guardias civiles que le traían detenido.

El avión, según ha confirmado El Confidencial en varias fuentes de Interior, es el utilizado por los principales responsables del departamento, entre ellos el actual secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, y, mientras fue ministro de Interior, por el actualmente máximo responsable de Defensa, José Antonio Alonso. En la época del PP también fue empleado por Ángel Acebes y el último director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera. A este último, las fuentes consultadas lo señalan como “muy aficionado” a volar en él.

“Es más barato poner en el aire este avión para un grupo de seis o siete personas que adquirir los correspondientes billetes de avión de una línea privada y, además, en este caso había una orden judicial que había que cumplir con prontitud”, aseguraban ayer a este diario fuentes del departamento de Interior para justificar el envío de la aeronave a Bilbao. Estas mismas fuentes recalcan que el aparato no es sólo utilizado para el traslado de las personalidades del departamento, sino que también es empleado en misiones policiales, como el traslado a España de etarras desde Francia, el envío de agentes de los GEO allí donde se necesita su participación urgente e, incluso, el desplazamiento de jueces de la Audiencia Nacional que quieren estar presentes en determinadas operaciones. “El último servicio, antes del de Otegi, fue el traslado el pasado 8 de marzo desde Londres de un procesado por el 11-M, Moutaz Almallah Dabas”, añaden.

Agentes de paisano y uniforme

Sin embargo, el uso del avión no fue el único alarde de medios realizado por Interior para traer a Madrid al líder abertzale. Cerca de sesenta guardias civiles de los Grupos de Acción Rural (GAR) y de los Servicios de Información de la Benemérita participaron en Madrid y Guipúzcoa en un dispositivo que incluyó el cierre temporal de la localidad donde reside Otegi, Elgoibar. Según las fuentes de Interior consultadas, una veintena de estos agentes montaron dos controles en la carretera de acceso y salida del pueblo “no tanto para impedir que escapara como para evitar la llegada de alborotadores que intentaran dificultar el operativo montado para su detención”.