Ajuste de cuentas: un sector del PSC airea los negocios del conseller de Agricultura de Montilla

Venganza a la catalana... en Madrid. Joaquim Llena, primer secretario del PSC en Lérida y actual conseller de Agricultura de la Generalitat, se encuentra contra las cuerdas después de que el diario El País revelase en los últimos días su presunta implicación en varios escándalos urbanísticos en Alt Àenu, la localidad ilerdense donde hasta hace poco era alcalde.

Lo llamativo es que, según han asegurado a El Confidencial fuentes políticas catalanas, el que le ha puesto al borde de la dimisión ha sido un sector de su propio partido que, gracias a la mediación de la diputada socialista Teresa Cunillera -miembro, precisamente, de la misma federación provincial que Llena- ha conseguido airear sus supuestos trapos sucios en la prensa de Madrid.

Siempre según las fuentes consultadas, el actual integrante del Govern de José Montilla se encuentra enfrentado desde hace tiempo con los históricos Antoni Siurana -ex alcalde de Lleida y ex conseller de Agricultura con Pasqual Maragall- y Ramón Vilalta -ex presidente de la Diputación de Lérida y ex diputado en el Parlament-, quienes siempre se han quejado del rápido ascenso de Llena dentro del PSC, quien entró en el partido en 1997 procedente de una agrupación de independientes del Pirineo, la Unió Progresista del Pallars. A ellos se ha unido un destacado grupo de jóvenes del partido, quienes tampoco ven con agrado el aumento de poder de su mano derecha, Mónica Lafuente, secretaria de organización y a su vez jefa de Gabinete en la conselleria de Agricultura.

En este contexto, la lista de enemigos de Joaquim Llena dentro de su propio partido se ha ido incrementado en los últimos tiempos por el supuesto carácter autoritario de éste a la hora de dirigir la federación ilerdense del partido, lo que le ha llevado a perder el apoyo de dos de los principales barones del PSC en el Pirineo: Francesc Boya, del Valle de Arán, y Víctor Orrit, de la comarca del Pallars Jussà, ambos también con cargos en el organigrama de la formación a nivel provincial.

Además, el mismísimo Joaquim Nadal -conseller de Política Territorial y Obras Públicas- y el todopoderoso secretario de Planificación Territorial, Oriol Nello, llevan tiempo manifestando en privado su malestar por los supuesto negocios inmobiliarios de Llena y alertando del perjuicio que su salida a la luz pública podría causar al partido.

Una semana de escándalos

Finalmente, estos temores se han cumplido a lo largo de la última semana gracias a las páginas del diario El País. El último escándalo se conoció el pasado viernes, cuando se supo que su primo, Jordi Sastrada, ex compañero de Llena en la candidatura socialista en el Ayuntamiento de Alt Àneu, estaba promoviendo un campo de golf, un centro de convenciones y hoteles en el valle de Cardós, en pleno Pirineo, con un vídeo en el que aseguraban contar con el “apoyo del consejero”.

De poco ha servido que el miembro del Ejecutivo catalán haya negado cualquier vinculación con el proyecto. Desde su propio partido ya se han levantado voces pidiendo su dimisión. Él se resiste a ello y asegura que Montilla le ha pedido “aguantar” el chaparrón.

Sin embargo, llueve sobre mojado. El pasado martes, el president ya obligó a Llena a dimitir como concejal después de que otra vez El País informase de que tenía intereses urbanísticos -promueve 48 apartamentos de lujo todavía sin licencia- cerca de la zona de ampliación de la estación de esquí de Baqueira Beret y conservaba su cargo en el Ayuntamiento a pesar de ser incompatible con su puesto en el Govern.