El Gobierno vasco acusa a Aguirre, agredido en los testículos, de “un delito de contramanifestación”

Si siete personas andan en dirección a la puerta de Palacio de Justicia donde un juez va a tratar su demanda interpuesta contra un político, son obligadas a ir por una puerta diferente, pasan por delante de una manifestación, se producen gritos e insultos y sale un energúmeno y da una patada en los testículos a uno de los siete eso es... Una provocación y “un delito de contramanifestación”.

Esa ha sido la respuesta del Gobierno vasco a la agresión sufrida el lunes por Antonio Aguirre, abogado y firmante de la denuncia interpuesta por el Foro de Ermua contra el lehendakari de ese Ejecutivo, Juan José Ibarretxe. Su portavoz, Miren Azkarate, acusó ayer al movimiento cívico de "provocar e insultar" ante el Palacio de Justicia de Bilbao.

La visión de la lehendakaritza (presidencia del Gobierno autónomo) a este caso no termina ahí. Tras señalar que la Ertzaintza investiga la agresió sufrida por Aguirre, Azkarate instó al juez Roberto Sáiz, instructor de la causa abierta contra Ibarretxe, a que "acabe, de una vez por todas, con este teatro", en referencia al procedimiento penal.

Estas palabras se produjeron en la rueda de prensa habitual de los martes para dar cuenta de los asuntos tratados en el Consejo de Gobierno. Azkarate indicó que le consta que existió "una contramanifestación" del Foro de Ermua que no había sido comunicada, que "se llevó a cabo con múltiples gritos e insultos" como "fascistas, asesinos o nacionalistas de mierda", que "iban dirigidos a las personas que cívicamente se concentraban frente al Palacio de Justicia" y que tenía "una clara actitud provocadora".

Además, anunció que estudiarán las consecuencias que podría tener este "delito de contramanifestación" porque "está claro que no se había pedido ninguna autorización". Explicó que las personas que secundaron esa concentración "entraron en el Palacio de Justicia por detrás, que es por donde debían", pero dijo que, "después, salieron e intentaron entrar por delante, que es por donde no podían". "Estuvieron allí provocando, insultando y sin pedir autorización para una concentración", reiteró.

La entrada de estas siete personas en la sede judicial se produjo en dos tandas. A las diez de la mañana, para asistir a la declaración de dos dirigentes de la ilegal Batasuna, y a las doce del mediodía, para participar en la de Ibarretxe. En este último caso, la Ertzaintza les indicó que entraran por la puerta trasera –les dijeron que la principal era para las autoridades-, por lo que pasaron por delante de la manifestación de apoyo convocada por el PNV.

Al ser preguntada por la patada en los testículos sufrida por Aguirre, Azkarate respondió que la Ertzaintza está elaborando un informe sobre los sucedido. Pero que el Gobierno vasco “no tiene conocimiento de qué sucedió porque sus miembros se encontraban dentro del Palacio de Justicia" y desconocen la identidad del agresor.

Es de señalar que la seguridad de los ciudadanos en el País Vasco está en manos del Gobierno autónomo y, en concreto, de su consejero de Interior, Javier Balza. Un escolta de un miembro del Foro de Ermua detuvo al presunto autor de la patada en los testículos, pero la Ertzaintza lo dejó libre sin anotar su identidad.

Tras indicar que "la crispación le preocupa", Azkarate se preguntó "quién fue el responsable de lo de ayer (por el lunes), quienes se concentraron pacíficamente o quienes anduvieron a insulto limpio con claro ánimo de provocar".

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