La izquierda abertzale hace casi desaparecer la ‘kale borroka’ a dos meses de las elecciones

De casi tres diarios a sólo uno cada tres días. La kale borroka ha pasado de ser omnipresente en la vida política vasca en enero, cuando se registraron un total de 78 incidentes de violencia callejera, a pasar casi inadvertida dos meses después: sólo nueve casos en los primeros veintisiete días de marzo. Un cambio radical en el que, según fuentes policiales consultadas, ha tenido mucho que ver el fin de la huelga de hambre de Iñaki de Juana -la mayoría de los actos de violencia callejera fueron reivindicados en protesta por la situación del recluso etarra- y, sobre todo, la cercanía de las elecciones municipales y forales de mayo en las que la izquierda abertzale quiere estar presente, como demostró presentando el martes un nuevo partido: Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB).

Los datos de kale borroka que maneja este diario son los recopilados por el Foro de Ermua -tanto el Ministerio del Interior como el Gobierno Vasco han contestado con el silencio a la petición de información realizada por parte de El Confidencial- y destacan que este mes de marzo ha sido, de hecho, el segundo más bajo del último año, sólo superado, precisamente, por las cifras del mes de abril del pasado ejercicio, cuando ETA acababa de anunciar su “alto el fuego permanente”.

El último caso de violencia callejera registrada por esta asociación se produjo el pasado 18 de marzo, cuando la fachada de la sede del PP en la localidad de Llodio apareció llena de pintadas. Antes de éste, el Foro de Ermua tiene contabilizados una agresión a un edil de Elorrio, la quema de unos contenedores en Baracaldo, dos ataques a entidades bancarias, la quema de dos cajeros en Navarra, una concentración ante la sede de El Mundo en el País Vasco -el Foro de Ermua considera este tipo de actos como “violencia simbólica”- y un sabotaje a una empresa relacionada con la construcción de la infraestructura del Tren de Alta Velocidad en Euskadi.

Una nueva excusa

Las fuentes policiales consultadas creen que éstas últimas obras pueden, precisamente, convertirse en la excusa para un futuro rebrote de la kale borroka ante la contestación social que ha registrado el proyecto en los últimos meses. “No obstante, hasta que no pasen las elecciones municipales no creemos que la vuelvan a reactivar con fuerza la violencia callejera. Están en una estrategia de distensión y la van a mantener salvo que constaten antes que finalmente no pueden presentarse a los comicios o si se producen circunstancias especiales”. Entre estas últimas, estas mismas fuentes reconocían que se encuentran la detención de miembros de ETA, como las realizadas ayer por la Guardia Civil.

El descenso de marzo es más acusado si se tiene en cuenta que enero de 2007 fue el mes en el que más casos de kale borroka se habían registrado desde julio de 2005, y que entre los ataques de aquellos días se encuentra la quema de una entidad bancaria en la localidad de Arrasate-Mondragón que, finalmente, causó la muerte de un anciano por inhalación de humos. Una reducción significativa que ya comenzó a evidenciar en febrero, cuando los ataques se redujeron casi a la mitad, en concreto 43, aunque entonces algunos fueron también de especial gravedad, como el que destrozó por completo la estación de trenes del barrio baracaldés de Lutxana.

Mikel Buesa, director del estudio estadístico y presidente del Foro de Ermua, también cree que “esta reducción es coyuntural. Forma parte de una estrategia de Batasuna para asegurar su presencia en las elecciones”. Y añade que el descenso de casos que se había registrado en febrero tuvo también otra causa: “En enero se produjeron 38 detenciones y eso retrajo el entusiasmo de los violentos. Hay que tener en cuenta que en los ocho meses anteriores sólo se había capturado a diecisiete de estos jóvenes”.