Batasuna no utilizará las siglas de EHAK en las elecciones por la mala experiencia en el Parlamento vasco

O Abertzale Sozialisten Batasuna o agrupaciones de electores. No hay Plan C. Arnaldo Otegi ha reconocido recientemente a sus interlocutores en otros partidos políticos vascos que la ilegalizada formación se resiste a volver a utilizar a EHAK (siglas en euskera del Partido Comunista de las Tierras Vascas) como paraguas para presentarse a las elecciones municipales y forales del próximo 27 de mayo. El motivo: la mala experiencia con esta formación en el Parlamento de Vitoria, donde ocupan nueve escaños desde que en las elecciones autonómicas de 2005 la ilegalizada formación la convirtiera en su lista blanca.

Siempre según las fuentes consultadas por El Confidencial, Otegi se mostró en dichos encuentros muy crítico con los dirigentes de EHAK, a los que calificó de “poco preparados” para el debate político y de “difíciles de controlar”, además de mostrar su preocupación porque no estaban transmitiendo una “buena imagen al exterior” de la izquierda abertzale. El líder de Batasuna reconoció que la falta de experiencia de los militantes del pequeño partido había pesado también mucho en sus actuales recelos, ya que la ilegalizada formación cree que acudir a las urnas con ellos como candidatos acarrearía más perjuicios que beneficios en aquellos municipios donde la izquierda abertzale tiene opciones de gobernar.

Por todo ello, Otegi aseguró que la ilegalizada formación había decidido arriesgar todo a la carta de las agrupaciones de electores ante la más que probable ilegalización de su Plan A, Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB). De hecho, les indicó que incluso habían descartado preparar unas segundas plataformas ciudadanas por si las primeras -que muy posiblemente acudirán a registrarse bajo la denominación de Ezker Abertzalea (Izquierda Abertzale) precedido por el nombre del municipio donde se presente- tienen problemas para superar el filtro de la Ley de Partidos.

A la búsqueda de 30.000 firmas

La apuesta por el Plan B obligará a la ilegalizada formación a reunir antes del 23 de abril, fecha tope para presentar las agrupaciones de electores, aproximadamente 30.000 firmas entre Euskadi y Navarra si, como adelantó El Confidencial el pasado 19 de diciembre (ver noticia), mantiene sus expectativas de concurrir en 269 municipios de ambas comunidades. Donde más firmas deberán recoger será en Bilbao, 5.000, seguido de San Sebastián, Pamplona y Vitoria, donde bastarán 3.000. La recogida de apoyos se inicia oficialmente hoy, aunque en algunos municipios ya ha comenzado.

No obstante, la izquierda abertzale pretende convertir esta recogida de apoyos en algo más que un mero trámite para lograr registrar las listas. Según fuentes políticas vascas, Batasuna ha preparado un importante despliegue mediático para movilizar no sólo a sus simpatizantes, sino también a los de otros partidos políticos, de tal manera que la suma de los actos para recabar firmas se convierta en lo más parecido a un plebiscito sobre su concurrencia a las elecciones. Para ello, utilizará el argumento de que no sólo está en juego su presencia en los comicios, sino también la futura “evolución del proceso de resolución del conflicto político”, en la línea de lo manifestado por dos dirigentes de ETA en la entrevista publicada el pasado domingo en el diario Gara.