La Ertzaintza, convencida de que ETA atentará sin previo aviso y de que lo hará contra uno de sus agentes

El pesimismo se ha instalado definitivamente en el Gobierno vasco de la mano de su consejero de Interior, Javier Balza. Los expertos antiterroristas de la Ertzaintza han trasmitido a su máximo responsable su convencimiento de que ETA volverá a atentar muy posiblemente antes de las elecciones del 27 de mayo y que, además, lo hará sin hacer público previamente un comunicado anunciando la ruptura definitiva de su ‘alto el fuego permanente’. “Las amenazas que contenía la entrevista en Gara [del pasado domingo] son suficiente aviso. Si Batasuna no logra presentar listas, volverán a las andadas”, recalcan fuentes de la Policía autónoma vasca consultadas por El Confidencial.

Éstas añaden que en los informes que en los últimos días han hecho llegar al consejero de Interior se recoge también el temor a que una de las primeras víctimas del reinicio de la actividad terrorista sea, precisamente, un ertzaina. En este sentido, estas mismas fuentes destacan que en la entrevista publicada en el diario abertzale, los dos encapuchados de ETA lanzan duras críticas contra la Ertzaintza, a la que acusan de “ir a la caza del ciudadano vasco como si fueran perros rabiosos. Este pueblo ni merece ni necesita una Policía así”.

Uno de los principales datos que refuerza este temor lo han encontrado en la documentación incautada al comando Donosti recientemente desarticulado por la Guardia Civil. En ella se ha hallado abundante información sobre los integrantes de dos patrullas de este cuerpo policial, que -junto a un militar que reside en la localidad guipuzcoana de Pasajes y un miembro del Cuerpo Nacional de Policía que reside en San Sebastián- eran los objetivos sobre los que más datos tenían para atentar casi de manera inmediata.

Uno de los detenidos por la Guardia Civil tenía alquilada, incluso, una vivienda en el barrio donostiarra de Ondarreta, a muy poca distancia de la principal comisaría de la Ertzaintza en la capital donostiarra, lo que refuerza las sospechas de que uno de los futuros objetivos del comando podía ser un agente de este Cuerpo. Según los vecinos del inmueble, la persona que lo habitaba no salía prácticamente de la vivienda, lo que alimenta la sospecha de que hacía labores de seguimiento para recopilar información para ETA de los movimientos de agentes.

Escéptico desde el principio

El pesimismo de Javier Balza y sus hombres no es nuevo. El consejero ha sido, de hecho, el miembro del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe que mayor escepticismo ha mantenido a lo largo de todo el proceso de paz sobre el futuro del mismo. “Siempre se ha puesto en el peor de los escenarios posibles. En parte es su obligación”, reconocen fuentes del Gobierno de Vitoria.

Estas mismas aseguran que ya hace tiempo el consejero de Interior alertó a ertzainas, funcionarios de prisiones y jueces para que extremaran sus medidas de autoprotección ante el temor de un atentado de la banda armada. La desarticulación del comando Donosti no ha hecho sino acrecentar sus temores, compartidos ahora, entre otros, por el propio presidente de su partido, Josu Jon Imaz.

Fuentes de la lucha antiterrorista recuerdan a este diario que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también maneja desde hace tiempo informes en el mismo sentido realizados por la Policía y la Guardia Civil. Como ya adelantó El Confidencial el pasado 22 de enero (ver noticia), en éstos se apunta la hipótesis de que ETA puede reanudar los atentados antes de las elecciones si ve que la izquierda abertzale no consigue colar candidaturas en las mismas.