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Emisarios de Moncloa accedieron en julio a dar un salvoconducto a los negociadores de ETA
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Emisarios de Moncloa accedieron en julio a dar un salvoconducto a los negociadores de ETA

Los salvoconductos esgrimidos el pasado 29 de marzo por los etarras Jon Yurrebaso y Kepa Suárez cuando fueron detenidos por la Policía francesa se fraguaron el

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Emisarios de Moncloa accedieron en julio a dar un salvoconducto a los negociadores de ETA

Dicho salvoconducto era, como recoge en su último número la revista francesa L’Expresso, cuatro números de teléfonos a los que los miembros del equipo negociador de la banda armada podían llamar si eran detenidos para que fueran puestos en libertad inmediatamente. Dos de los números correspondían a teléfonos españoles y los dos otros, a franceses, entre ellos el de un alto cargo del departamento que entonces dirigía el ahora candidato conservador a la presidencia gala, Nicolas Sarkozy.

Según los datos facilitados a este diario por fuentes conocedoras de los entresijos de las frustradas negociaciones con ETA, el tema del salvoconducto fue tratado en concreto en la primera reunión que emisarios del Gobierno y representantes de la organización terrorista mantuvieron tras el anuncio de la tregua. Este encuentro tuvo lugar a finales de julio en las cercanías de Oslo y su fin era ultimar los detalles para la que debía ser primera reunión formal entre ambas partes, la que finalmente se celebró en diciembre.

Reunión ‘técnica’

En un momento de este contacto -calificado de “técnico” por las fuentes consultadas - Josu Ternera pidió a los enviados de Moncloa garantías de que ni él ni los otros etarras que a partir de ese momento participaran en las conversaciones serían detenidos. Siempre según las fuentes consultadas, los terroristas esgrimieron su temor a que pudieran se interceptado por las Policías de los Estados por donde transitaran, principalmente Francia, tanto en los movimientos que debían hacer para preparar el encuentro, como en el traslado definitivo que les llevara al lugar de la futura reunión, y que finalmente resultó ser una localidad de los alrededores de la ciudad alemana de Stuttgart.

Los emisarios de Moncloa les tranquilizaron y les aseguraron que no habría “problemas” en ese sentido para ninguna de las personas que la banda designara como integrantes del equipo negociador de la banda. Como testigos del compromiso estaban dos representantes del Centro Henri Dunant para el Diálogo Humanitario, la ONG suiza que ha realizado el papel de mediador durante todo el proceso.

La detención ahora de los dos etarras ha destapado finalmente la existencia del salvoconducto. De hecho, la Policía adjudica a uno de ellos, Yurrebaso, un papel relevante en el llamado Hanes, el entramado de interlocución de la banda dependiente del aparato político que supuestamente dirigió los contactos con el Gobierno. Un dato apoya esta convicción: cuando fue capturado, este etarra intentaba destruir documentos internos de la banda en los que figuraban nombres de diplomáticos suizos y noruegos aparentemente vinculados con el proceso de paz.

Dicho salvoconducto era, como recoge en su último número la revista francesa L’Expresso, cuatro números de teléfonos a los que los miembros del equipo negociador de la banda armada podían llamar si eran detenidos para que fueran puestos en libertad inmediatamente. Dos de los números correspondían a teléfonos españoles y los dos otros, a franceses, entre ellos el de un alto cargo del departamento que entonces dirigía el ahora candidato conservador a la presidencia gala, Nicolas Sarkozy.