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Zapatero aparenta un imposible intento de consenso y anuncia su intención de convocar a Rajoy en junio
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Zapatero aparenta un imposible intento de consenso y anuncia su intención de convocar a Rajoy en junio

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se presentó ayer en las cámaras de televisión con aire conciliador y anunció su intención de convocar en

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Zapatero aparenta un imposible intento de consenso y anuncia su intención de convocar a Rajoy en junio

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se presentó ayer en las cámaras de televisión con aire conciliador y anunció su intención de convocar en junio al líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, con el fin de abordar asuntos como el terrorismo. Es su compromiso de reunirse con el presidente del PP al final de cada legislatura. Y llegó a decir que él nunca acusó al Gobierno de Aznar de imprevisión por el 11-M.

Zapatero expresó en Antena 3 que su responsabilidad es "recuperar el entendimiento" en política antiterrorista, tras la "tensión intensa" de los últimos dos años entre PP y PSOE. Pero mucho tendrán que cambiar las tornas para que esa reunión resulte fructífera, dado que fuentes de ambos partidos reconocen que el pulso desplegado entre ambos sólo tendrá su final cuando se celebren las próximas elecciones generales. Y en vista de que los puentes de la ética y de la estética están rotos entre socialistas y populares.

Como muestra, el botón de las papeletas de solicitud de voto en Melilla, que el PP mandó imprimir de una forma cuestionable y que el PSOE y sus medios afines han elevado el error a la categoría de pucherazo con precio puesto por algún tertuliano, orillando detalles como que los criterios garantistas del sistema español son tan elevados que obliga a efectuar el voto en persona.

Zapatero y Alfredo Urdaci se vieron las caras, después de tanto tiempo. El presidente no olvida que el ex director de los servicios informativos de RTVE marcó un récord a su costa: entre 2000 y 2004 realizó cuatro entrevistas a José María Aznar, inquilino entonces de La Moncloa, y una sola al líder socialista, entonces jefe de la oposición. De ahí que no extrañe el rejón que soltó el leonés en la campaña de las elecciones de 2004: se mostró dispuesto a "dejarme entrevistar por Urdaci o por un periodista". El aludido aseguró hace unos meses en su blog que España había puesto en la presidencia "a un becario". La sangre no llegó ayer al río, a excepción de un dardo presidencial camuflado entre una broma amistosa que el presidente propinó a Urdaci cuando éste le hacía una pregunta: "Entiendo que te cueste olvidar ciertas cosas".

En contra de lo que circula, Zapatero no efectuó una ayer contraprogramación de la entrevista de ciudadanos con Mariano Rajoy que tendrá lugar mañana jueves en TVE-1. Fuentes del PP confirman que la entrevista del presidente estaba pactada para ayer con "mucha antelación" y que ellos cerraron el programa de Tengo una pregunta para usted para el jueves debido al poco margen que daban los partidos de fútbol.

Cuando Zapatero realiza una visita oficial, efectúa siempre un regalo diplomático al país anfitrión. Esa es una de las revelaciones de su ex responsable de prensa Internacional Javier Valenzuela en un reciente libro (un record de productividad: media página escrita por cada día que trabajó con el presidente). Y ayer, Zapatero dejó a los periodistas Urdaci, Gloria Lomana y Juan Pedro Valentín un regalo en forma de titular económico: entre julio de 2006 y abril de este año, se han convertido en indefinidos un millón de contratos temporales y se han firmado otros 900.000 fijos. Son datos "extraordinariamente importantes", causados por la reforma laboral de 2006.

“El apoyo del PP le interesa al país”

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se presentó ayer en las cámaras de televisión con aire conciliador y anunció su intención de convocar en junio al líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, con el fin de abordar asuntos como el terrorismo. Es su compromiso de reunirse con el presidente del PP al final de cada legislatura. Y llegó a decir que él nunca acusó al Gobierno de Aznar de imprevisión por el 11-M.