Renovación del Consejo del Poder Judicial: “La situación no puede ser peor, pero todo es posible”

El PSOE y el PP abordarán unas negociaciones discretas tras las elecciones “con sosiego y otro clima” con el fin de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que está pendiente desde noviembre pasado. Fuentes populares no descartan que en esta nueva fase se pueda alcanzar el acuerdo: “La situación no puede ser peor, el pacto parece inalcanzable, pero todo es posible”.

El socialista Diego López Garrido y el popular Eduardo Zaplana celebraron ayer la primera reunión formal, en la que tienen la voluntad de hacer desaparecer de su lenguaje expresiones como “minoría de bloqueo” o “correa de transmisión” política, según destacó el segundo. El objetivo: que los consejeros gobiernen el poder judicial sin injerencias partidarias.

Pero de la voluntad al hecho, hay un trecho. Y fuentes negociadoras expresan su pesimismo de partida, por muchas reuniones que se realicen. El próximo miércoles ambos portavoces volverán a encontrarse, aunque hasta después de las elecciones, ya en junio, no se abordará realmente el pacto.

El meollo se encuentra en la mayoría de votos del Consejo. El PP tiende a dar más protagonismo a los consejeros elegidos por los jueces –no en vano es una profesión netamente conservadora-, mientras que el PSOE defiende el criterio del pluralismo político, con el fin de dar paso a sensibilidades de las minorías.

De los veinte vocales del CGPJ, doce son elegidos por el Parlamento de una lista de 36 candidatos propuestos por los jueces (la mayoría provienen de las asociaciones) y ocho son designados por las Cortes entre juristas de reconocido prestigio. El Congreso y el Senado tienen que votar a los candidatos por mayoría cualificada, lo que hace imprescindible el acuerdo entre los dos grandes partidos.

López Garrido ofreció a Zaplana que la negociación sea presidida por dos criterios: el pluralismo profesional de los jueces y el pluralismo político. Zaplana aceptó renovar el Consejo desde el primero y reflexionar sobre cómo se aplicaría el segundo.

Nada de consejeros de la órbita del PNV y ERC

De entrada, el PP aceptaría la incorporación en el Consejo de la asociación minoritaria Francisco de Vitoria. A su vez, el PSOE acepta el que ambos portavoces se reúnan con las asociaciones profesionales y, con la lista de candidatos sobre la mesa, pactar los doce consejeros aplicando ese pluralismo profesional. Zaplana dice que quiere hablar de nombres de juristas, no de sus idearios políticos.

Además, el PSOE ofrece la renuncia a la minoría de bloqueo que ha contribuido a la división. El PP siempre se opuso a esta minoría, un concepto legal creado por el actual Gobierno para renovar, inicialmente, los grandes cargos judiciales pero cuya práctica se ha extendido a todas las decisiones de este órgano, en especial a las de calado político.

Otra cosa es dar paso a consejeros de la órbita del PNV o ERC. Una idea de la distancia que separa a los negociadores es esta respuesta de un político popular: “Se siente, nosotros no tenemos mayoría social en otros ámbitos y nos aguantamos. Así es la vida”.

Zaplana rechazó ayer que el CGPJ sea una “prolongación” exacta del reparto de escaños en el Congreso. Y López Garrido le recordó una sentencia del Constitucional, que dejó claro que el CGPJ es un órgano de gobierno de los jueces, pero no “de representación colectiva”.

‘¿Nos vamos ya?’

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha comenzado a dar signos de búsqueda del pacto, después de su llamativa entrada en el cargo arremetiendo contra el PP y dando carpetazo al pacto judicial que estaban a punto de alcanzar con ese partido. Es lo que Zaplana llama el efecto Bermejo, un “paréntesis” que espera superar.