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Lo que parecía imposible: Aznar llamó a Rajoy para felicitarle por la entrevista
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Lo que parecía imposible: Aznar llamó a Rajoy para felicitarle por la entrevista

Mariano Rajoy se sintió “cómodo”, tanto que, según él mismo diría al finalizar el programa Tengo una pregunta para usted, el debate le supo “a poco,

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Lo que parecía imposible: Aznar llamó a Rajoy para felicitarle por la entrevista

Mariano Rajoy se sintió “cómodo”, tanto que, según él mismo diría al finalizar el programa Tengo una pregunta para usted, el debate le supo “a poco, me hubiera gustado más preguntas”. Y es que después de un inicio algo difícil, que el propio Rajoy aseguraría después que le permitió situarse y asentarse en el debate, el líder del PP se encontró “muy cómodo” con un formato que, según sus colaboradores, le permitió “mostrarse tal cual es, cercano y afable”.

Rajoy echó de menos, sin embargo, más preguntas sobre asuntos que, como él mismo dice, “preocupan a los ciudadanos”, como la inmigración, la sanidad, la educación, etcétera, y, sin embargo, le pareció que hubo un exceso de preguntas “referidas al pasado, cuando lo que yo hago es mirar al futuro”, dijo al finalizar el programa. Con todo, el líder del PP se mostró muy satisfecho con el resultado de un programa que hoy le daba un nuevo motivo de celebración: ganó en espectadores a Rodríguez Zapatero.

Que Rajoy salió airoso de un programa complicado lo demuestra que al finalizar el mismo su mujer, Elvira Rodríguez, Viri, recibió la llamada del ex presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, para felicitarla personalmente por el “buen hacer” de su sucesor al frente del partido. Una llamada sin duda importante, pues la relación entre Aznar y su sucesor al frente del PP ha pasado por evidentes altibajos, e incluso algunos momentos de incomunicación.

Según han señalado fuentes del PP a este diario, Aznar no vio directamente el debate, sino que fue su esposa, la concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, la que le llamó para decirle que Rajoy había estado “fantástico” y que había salido del programa mucho mejor parado de o que salió Zapatero. A renglón seguido, el ex presidente descolgó el teléfono para transmitir sus felicitaciones a la mujer de Rajoy.

Rajoy se escapó vivo y con aplausos

Tal y como le ocurrió a Zapatero, las primeras preguntas que recibió el líder popular fueron en la frente; duras y críticas, centradas en el estilo de oposición del PP, al que la primera ciudadana llegó a acusar de practicar la "mentira reiterada" y "la manipulación". Pero el presidente del PP se mostró relajado, cercano, y afrontó todas las preguntas trayendo a colación incluso sus experiencias personales. Hasta tuvo su tira y afloja con el periodista Lorenzo Milá porque éste quería cortar a alguno y Rajoy no quería dejar a nadie con una pregunta en la boca.

Si al presidente del Gobierno le pillaron con el precio del café -esos ochenta céntimos que aún resuenan-, Rajoy se escapó vivo. Una funcionaria insistió en que le dijera el salario de una auxiliar administrativa recién llegada, pero el presidente del PP le respondió que no lo sabía, pero que seguro que era mayor que el de las dos viudas que acababan de preguntarle por sus pensiones. Ocurrió al final de la entrevista, y su respuesta se ganó el aplauso de buena parte de la concurrencia. El líder del PP salió con dos citas: invitó a la funcionaria a analizar juntos el sueldo de los empleados públicos y a otra ciudadana, Rosa María Pérez, a explicarle en privado las diferencias entre el Estatuto de Cataluña y el de Andalucía.

Una de las claves de la entrevista fue que Rajoy no se quedó quieto en el escenario. Se acercaba al que le preguntaba y tendía a mirarle a los ojos, a diferencia de Zapatero que se sintió incómodo al tener que hablar desde una silla a una distancia media de sus interlocutores. En cambio el presidente del PP no se sentó en ningún momento durante las dos horas que duró la entrevista y, como suele ocurrir con los que le tratan, ganó en la distancia corta.

Mariano Rajoy se sintió “cómodo”, tanto que, según él mismo diría al finalizar el programa Tengo una pregunta para usted, el debate le supo “a poco, me hubiera gustado más preguntas”. Y es que después de un inicio algo difícil, que el propio Rajoy aseguraría después que le permitió situarse y asentarse en el debate, el líder del PP se encontró “muy cómodo” con un formato que, según sus colaboradores, le permitió “mostrarse tal cual es, cercano y afable”.