Es noticia
Zapatero confía a José Enrique Serrano, jefe de los ‘fontaneros’ de Moncloa, el ‘teléfono rojo’ con ETA
  1. España

Zapatero confía a José Enrique Serrano, jefe de los ‘fontaneros’ de Moncloa, el ‘teléfono rojo’ con ETA

El atentado de Barajas entornó la puerta de los contactos con ETA y Batasuna, pero no la cerró del todo. El presidente del Gobierno, José Luis

Foto: Zapatero confía a José Enrique Serrano, jefe de los ‘fontaneros’ de Moncloa, el ‘teléfono rojo’ con ETA
Zapatero confía a José Enrique Serrano, jefe de los ‘fontaneros’ de Moncloa, el ‘teléfono rojo’ con ETA

El atentado de Barajas entornó la puerta de los contactos con ETA y Batasuna, pero no la cerró del todo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha confiado a uno de sus más cercanos colaboradores, José Enrique Serrano, jefe de su Gabinete, la indirecta y única vía de comunicación que Moncloa aún mantiene con la organización terrorista: la del Centro Henri Dunant para el Diálogo Humanitario, la ONG suiza que ha ejercido el papel de mediador en el diálogo.

Portavoces oficiales de Presidencia, con los que se ha puesto en contacto El Confidencial para contrastar los datos y lograr hablar con el que es considerado el jefe de los fontaneros de Zapatero, declinaron comentar esta información. Sin embargo, fuentes conocedoras de la trastienda de los contactos con la banda armada insisten en señalar a Serrano como un personaje “clave” en estos momentos: “Si tienen novedades, los suizos deben comunicárselas a él. Es su único y exclusivo contacto con el Gobierno español”.

Estas mismas añaden que, sin embargo, este teléfono rojo ha funcionado poco desde el bombazo de la T-4 y, cuando lo ha hecho, no se ha traducido en avances. Un dato que corroboran otras fuentes políticas vascas: “Los mediadores han insistido al Gobierno que ellos pueden facilitar el diálogo y transmitir mensajes de una y otra parte, pero que nunca presionaran a ninguna para que den un determinado paso”. Aún así, este canal de comunicación sigue abierto, al igual que el que mantienen abierto los socialistas vascos con Batasuna, también a través de un intermediario, como publicó El Confidencial el pasado 11 de enero (ver noticia).

La presencia de Serrano al otro lado del teléfono rojo no ha extrañado a las fuentes consultadas, que recuerdan que cuando ETA rompió la tregua el 30 de diciembre, él fue uno de los integrantes del reducido gabinete de crisis que celebró una reunión de tres horas en Moncloa bajo la dirección de Zapatero para replantear la estrategia frente a la banda armada. Los otros participaron fueron los vicepresidentes María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes; los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Miguel Ángel Moratinos; el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director del CNI, Alberto Sáiz.

Recomendado por Rubalcaba

La influencia de Serrano es apuntada también por Javier Valenzuela, ex asesor del presidente, quien en el libro que ha publicado recientemente sobre las interioridades del Palacio de La Moncloa le sitúa en uno de los círculos concéntricos en los que se apoya Zapatero para tomar sus decisiones. En concreto, en el que conforman Fernández de la Vega y el diplomático Nicolás Martínez Fresno, secretario general de Presidencia.

Abogado de profesión, su carrera en la trastienda del poder comenzó en 1987, cuando el entonces ministro de Defensa, Narcis Serra, le nombró director general de Personal de su departamento. Cuatro años después, cuando el político catalán fue nombrado vicepresidente, acompañó a éste a Moncloa, de donde ya no saldría hasta la llegada del PP al poder en 1996. Allí fue escalando puestos en el organigrama de Presidencia hasta convertirse en 1993 en el subdirector del Gabinete de Felipe González y, dos años después, en el máximo responsable de este departamento y, por tanto, en el jefe de fontaneros del presidente socialista.

El atentado de Barajas entornó la puerta de los contactos con ETA y Batasuna, pero no la cerró del todo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha confiado a uno de sus más cercanos colaboradores, José Enrique Serrano, jefe de su Gabinete, la indirecta y única vía de comunicación que Moncloa aún mantiene con la organización terrorista: la del Centro Henri Dunant para el Diálogo Humanitario, la ONG suiza que ha ejercido el papel de mediador en el diálogo.

José Antonio Griñán