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Confirmado: Pinocho es ‘yihadista’
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Confirmado: Pinocho es ‘yihadista’

Pinocho ni es de madera ni nació en Italia, por mucho que insistan los transalpinos. Por supuesto, su padre tampoco es Geppetto, por más que éste

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Confirmado: Pinocho es ‘yihadista’

Pinocho ni es de madera ni nació en Italia, por mucho que insistan los transalpinos. Por supuesto, su padre tampoco es Geppetto, por más que éste tenga el libro de familia en sus manos. Y ni siquiera viste esos ridículos pantalones cortos con tirantes ni se toca con un gorro amarillo, como se empeña en presentarlo Disney. En realidad, Pinocho lleva el pelo largo y una poblada barba, viste un dos piezas de color caqui a la moda talibán y unas veces calza zapatillas y otras unas chanclas de color blanco. Además, nació en Marruecos y ha cambiado la carpintería por una cárcel española. De hecho, su verdadero nombre es Kamal Ahbar y ha conseguido tal dominio sobre su anatomía que, después de horas contando mentira tras mentira, no le crece la nariz.

Este yihadista, preso desde el año 2005, sacudió el pasado viernes el juicio del 11-M con una declaración que sorprendió a todos (ver crónica). Entonces destapó que detrás del 11-M ni estaba ETA ni la guerra de Iraq, sino simplemente una supuesta trama valenciana encabezada por un pollero musulmán y un imán pluriempleado como confidente de la Policía. Entonces, sus palabras buscaron claramente exculpar a los islamistas que se sientan en el banquillo de los acusados y lanzar basura sobre los imputados de nacionalidad española, aquellos creyentes en Alá que en algún momento han sido chivatos policiales y los que ya no se pueden defender, es decir, los muertos en Leganés y en Iraq.

Hoy, este Pinocho con aspiraciones yihadistas ha mantenido su discurso, pero las preguntas de las acusaciones y las defensas -ya repuestos de la sorpresa del viernes- han ido claramente a hacer blanco en la credibilidad de su testimonio. Y visto como su versión de los hechos hacía agua por mil y un sitios, está claro que lo han conseguido. Así, su relato de lo sucedido en Leganés el día en el que los siete terroristas se suicidaron y asesinaron a un miembro de los GEO ha sido, cuanto menos, rocambolesca. Por supuesto, ha asegurado que Abdelmajid Bouchar, el célebre Gamo que salió por pies y no paró hasta que lo detuvieron en Serbia, por lo que ahora está dentro de la pecera de los acusados, nunca estuvo allí. Quien realmente dio la voz de alarma de que la Policía les estaba rodeando, según él, fue el omnipresente Jamal Ahmidan, El Chino, que instantes antes había conseguido escapar cuando le iban a detener en una tienda de los alrededores y volver al piso a refugiarse.

No menos rocambolesca ha sido su relato sobre el supuesto robo de 200 kilos de hachís a una banda de delincuentes de Europa del Este por parte de El Chino, Antonio Toro y Rafa Zouhier. Supuestamente ocurrido en el barrio madrileño de Carabanchel, Kamal Ahbar aseguró que el golpe contó incluso con el apoyo de la Guardia Civil, uno de cuyos miembros se llevó una parte del botín. Curiosa obsesión con la Benemérita la de este yihadista encarcelado por reclutar suicidas, ya que ha afirmado que los atentados contra los trenes se cometieron porque a la célula no le daba tiempo a preparar una acción contra el que era su verdadero objetivo criminal: la academia que el Instituto Armado tiene en Jaén.

Pero el colmo de sus desvaríos ha sido cuando le han preguntado por el transporte de explosivos desde Asturias a Madrid y los vehículos utilizados en dicha labor. Kamal ha asegurado que ahí tuvo un papel fundamental la célebre furgoneta Renault Kangoo que se encontró en Alcalá de Henares el día de los atentados. Un abogado de la acusación no ha podido evitar preguntarle si este detalle se lo habían contado este fin de semana. Su respuesta ha terminado por hundir su credibilidad: “Sí, así es”.

Pinocho ni es de madera ni nació en Italia, por mucho que insistan los transalpinos. Por supuesto, su padre tampoco es Geppetto, por más que éste tenga el libro de familia en sus manos. Y ni siquiera viste esos ridículos pantalones cortos con tirantes ni se toca con un gorro amarillo, como se empeña en presentarlo Disney. En realidad, Pinocho lleva el pelo largo y una poblada barba, viste un dos piezas de color caqui a la moda talibán y unas veces calza zapatillas y otras unas chanclas de color blanco. Además, nació en Marruecos y ha cambiado la carpintería por una cárcel española. De hecho, su verdadero nombre es Kamal Ahbar y ha conseguido tal dominio sobre su anatomía que, después de horas contando mentira tras mentira, no le crece la nariz.