Moncloa sostiene ahora que Zapatero y Sarkozy se llevan bien: “Nunca dijo que Ségolène ganaría”

La política exterior de José Luis Rodríguez Zapatero ha quedado trastocada tras la elección del conservador Nicolas Sarkozy como el nuevo presidente francés. Llegó al poder anunciando que España volvía al corazón de Europa, aliándose con la Francia de Jacques Chirac y la Alemania de Gerhard Schroeder. Y ni uno ni otro están ya en el poder: los conservadores mandan hoy en el eje París-Berlín.

Por ello, fuentes cercanas al presidente del Gobierno sostienen ahora que se lleva bien con Nicolas Sarkozy y exhiben como prueba que el líder francés pidió entrevistarse durante la campaña con Zapatero en La Moncloa, cosa a la que éste accedió, y su equipo insistió mucho en que ambos mantuvieran una comida. “Si se llevaran mal, y si no apreciara a Zapatero, no la habrían pedido”, añaden.

Estas fuentes quitan importancia al hecho de que Zapatero apoyara en un mitin a Royal. “Era la candidata socialista, pero el presidente nunca dijo que Ségolène iba a ganar. Después de lo de Merkel, nunca se ha pronunciado sobre qué líder europeo ganará”. Con lo de Merkel se refiere a una metedura de pata del presidente del Gobierno cuando proclamó en público que la candidata de la CDU alemana, Angela Merkel, era una fracasada y auguró que triunfaría el socialdemócrata Schroeder. Aún anda enmendando su error.

En Moncloa explican además que Sarkozy acudió a un mitin con el presidente del PP, Mariano Rajoy, “algo que Zapatero ve natural”. Se refieren a la Convención popular del 6 de marzo del año pasado, cuando Sarkozy se arrancó, solemne, con un grito pronunciado en español: “Creo en la unidad de España por ser una gran nación”. Levantó a los militantes del PP de su asiento y, desde entonces, hay quienes entre las filas de este partido ven a Sarko como un líder conservador transfronterizo, sin complejos, y hasta ansían una personalidad tan arrolladora e hiperactiva a este lado de los Pirineos.

La relación entre Zapatero y Sarkozy será puesta a prueba en las próximas semanas. En concreto, con las negociaciones sobre el futuro tratado constitucional de la Unión Europea. El líder francés defiende la aprobación, lo antes posible, de un tratado reducido que incluiría los aspectos institucionales básicos. Sarkozy cree contar con el apoyo de Zapatero, según reveló en su último debate con Royal. Pero Merkel también dice que tiene el respaldo de España para su propuesta de un tratado constitucional ampliado. Fuentes de Moncloa sostienen que el presidente apoya la tesis de la canciller alemana.

Nuevo eje París-Berlín

Otro de los retos es, precisamente, el nuevo eje París-Berlín. Sarkozy ya ha anunciado que sus primeras visitas de Estado serán a Bruselas, corazón de la UE, y a Alemania. En el entorno de Zapatero creen que vendrá pronto a España y que ambos mandatarios mantendrán una buena relación: por cuestión de Estado, porque a Sarkozy “le da votos tener buen rollo con Zapatero, le quita la pátina de extrema derecha y capta simpatías de la izquierda”, y porque el eje París-Berlín “se tiene que reforzar” con España, una sociedad europeísta frente a los euroescépticos y uno de los países más grande en territorio y en población de la UE.