Esquerra planea abandonar el tripartito en Gerona para pactar con CiU

Las encuestas para elecciones municipales en Cataluña auguran la extensión del tripartito a casi toda la comunidad autónoma. El voto está bastante perfilado y todo apunta a que habrá una segunda fase plagada de negociaciones sobre pactos de gobierno. Los indicios demoscópicos auguran que Barcelona, Lleida y Tarragona serán gobernadas con bastante probabilidad por el tripartito (PSC, ERC e ICV), tanto en sus capitales como en sus diputaciones. La incógnita está en Girona, donde PSC y Esquerra mantienen una mala relación a pesar de haber gobernado juntos el ayuntamiento hasta estos comicios.

La dirección de Esquerra tiene la decisión muy avanzada: formará en Girona un gobierno de coalición con CiU si las urnas son favorables y el PSC pierde votos, como auguran algunas encuestas, según fuentes internas. El objetivo es ir entretejiendo lazos de confianza con la coalición nacionalista y no cerrar la puerta a un futuro Govern formado entre ambos partidos. A largo plazo, ERC busca no impedir que, si llega el caso, pueda pactar con CiU a partir de 2010, aunque ahora esta posibilidad está totalmente descartada en ambas formaciones a causa del enfrentamiento que han mantenido sus líderes y cuadros.

La decisión ha sido abordada en varias ejecutivas del partido, mientras que la militancia de Girona también ve con buenos ojos esta coalición municipal debido a la experiencia adquirida en la Diputación provincial, donde gobiernan con CiU. Se busca además dar un guiño y satisfacer ciertas demandas de las bases más independentistas, que cuestionan la extensión del tripartito a toda Cataluña.

Por su parte, los socialistas de Girona, el primer partido en la ciudad, han iniciado un acercamiento a la dirección local republicana, conscientes de que tienen que superar la crisis que los ha separado. Las relaciones políticas comenzaron a torcerse después de que el sempiterno alcalde Joaquim Nadal (1979-2002) fuera nombrado consejero de Política Territorial y Obras Públicas. Su sucesora, Anna Pagans, ha encabezado en estos cuatro años el tripartito, tras las mayorías absolutas socialistas del pasado, pero no ha sabido mantener las buenas relaciones.

Los socialistas intentarán reeditar el tripartito en todos los municipios, pero fuentes internas sostienen que ellos no se quedarán de brazos cruzados si ERC rompe su pacto en Girona para irse con CiU. Si así ocurriera, el PSC intentaría formar un gobierno de coalición con los convergentes gerundenses. “Si intentan jugar con CiU, no nos vamos a quedar parados”.

Bolsa de indecisos en Barcelona

El PSC vuelca sus esfuerzos también en Barcelona. Los tracking disponibles avanzan que hay una importante bolsa de electores que duda entre su papeleta y la de Iniciativa. El convencer a estos indecisos será la batalla de esta semana. Si los socialistas movilizan a este voto útil, es posible que suban en Barcelona un concejal –ahora tienen 15-. Al mismo tiempo, sus encuestas sostienen que ERC perdería uno a favor de ICV (se quedaría en cuatro ediles, frente a los seis de los verdes). Al mismo tiempo, CiU subiría a diez asientos en la Corporación (un concejal más) a costa del PP, que ahora tiene siete.

En cambio, la última encuesta de Esquerra sostiene que el PSC bajaría en Barcelona de sus quince ediles a una horquilla entre doce y catorce. Mientras, CiU se mantendría en sus 9 asientos o ganaría uno más, el PP que quedaría en una horquilla entre seis y siete concejales, ERC podría subir de cinco a seis e ICV se mantendría igual con sus cinco ediles. Pero, ya se sabe, la demoscopia es como el papel: lo aguanta todo.