Es noticia
Amenazas a pie de urna: los actos vandálicos de Batasuna protagonizan la recta final de campaña
  1. España

Amenazas a pie de urna: los actos vandálicos de Batasuna protagonizan la recta final de campaña

“Carceleras”, “españolas”, “iros a España”. Dos candidatas vizcaínas reparten propaganda electoral entre los gritos de una treintena de radicales. Una de ellas ya no puede más,

Foto: Amenazas a pie de urna: los actos vandálicos de Batasuna protagonizan la recta final de campaña
Amenazas a pie de urna: los actos vandálicos de Batasuna protagonizan la recta final de campaña

“Carceleras”, “españolas”, “iros a España”. Dos candidatas vizcaínas reparten propaganda electoral entre los gritos de una treintena de radicales. Una de ellas ya no puede más, está a diez centímetros de un tipo que le grita con odio. Aupada por sus años de mantenerse en pie frente a la amenaza, opta por hacer lo que nunca se atrevió: contestarles punto a punto, decirles que ella es de allí, que no se va, que es española, que el pueblo de es todos y que para fascistas, ellos. Sus escoltas se quedan pasmados. “Me quedé tan a gusto…”, confiesa para luego añadir, con voz queda, “uno gritaba a otro compañero ‘te voy a seguir, te sigo todos los días’”.

Esto ocurrió esta misma semana, en un pueblo de Vizcaya, a candidatos del PP. Es un ejemplo, entre tantos, de las amenazas que Batasuna y su entorno profieren sobre los candidatos de todos los partidos democráticos, PSE, PNV, EB, Nafarroa-Bai…

El objetivo que persiguen los violentos es cuestionar la legitimidad de las elecciones municipales y forales del 27 de mayo, conseguir su anulación. En esta campaña electoral, ETA ha conseguido marcar la agenda del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entre filtraciones a Gara de las reuniones secretas del PSE con Batasuna con la presunta aceptación de una solución política al terrorismo. No hay día que Batasuna no se haga con las portadas de los periódicos.

Mientras, Mariano Rajoy asume como verdad inmutable estas revelaciones por capítulos y centra el debate en el desafío terrorista y las supuestas cesiones del presidente. La política antiterrorista se enjuicia en las urnas, en lugar de la gestión del alcalde de turno o de los candidatos a sucederle.

El caso más grave se produjo ayer. Al número dos de la lista socialista por Getaria (Guipúzcoa), José Antonio Elolo, le pusieron un artefacto explosivo debajo de su coche. No estalló, pero la amenaza está servida. Todos los partidos condenaron este atentado, incluido Aralar. Sólo faltó Acción Nacionalista Vasca (ANV), que concurre con la mitad de sus listas porque la otra mitad está ilegalizada. Un elemento más a tener en cuenta para el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, que considera que no hay hechos suficientes para proceder contra ANV como partido sucesor de Batasuna.

Conde Pumpido se mantuvo en silencio, aunque su equipo dio un nuevo giro y pidió ayer al Tribunal Supremo que confirme la condena de Arnaldo Otegi, líder de la ilegal Batasuna, a 15 meses de cárcel y 7 años de inhabilitación como autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo y justificar las acciones de la banda ETA. Ocurrió durante el acto de homenaje al etarra José Miguel Beñaran Argala, asesinado al parecer por los servicios secretos por ser el autor material de la muerte del presidente franquista Luis Carrero Blanco. Se da la circunstancia de que, hace dos meses, el fiscal retiró una acusación similar contra Otegi por enaltecer la figura de otra etarra fallecida.

‘Lealtad revolucionaria’ e ‘Izquierda Autonomista’

Dentro de esta escalada, Otegi pidió ayer expresamente el voto para ANV por ser un voto “popular y de lealtad revolucionaria”, dado que su partido está ilegalizado por no condenar la violencia. A su juicio, tal ilegalización “deja al proceso en un contexto de extrema gravedad y de forma muy delicada”, informa Efe.

El Gobierno vasco condenó rotundamente los ataques que sufren los candidatos y expresó su preocupación por el “nuevo impulso” a la campaña “de acoso y de intimidación” que sufren. Además, reprochó el silencio de Batasuna y su entorno, incluido ANV.

“Carceleras”, “españolas”, “iros a España”. Dos candidatas vizcaínas reparten propaganda electoral entre los gritos de una treintena de radicales. Una de ellas ya no puede más, está a diez centímetros de un tipo que le grita con odio. Aupada por sus años de mantenerse en pie frente a la amenaza, opta por hacer lo que nunca se atrevió: contestarles punto a punto, decirles que ella es de allí, que no se va, que es española, que el pueblo de es todos y que para fascistas, ellos. Sus escoltas se quedan pasmados. “Me quedé tan a gusto…”, confiesa para luego añadir, con voz queda, “uno gritaba a otro compañero ‘te voy a seguir, te sigo todos los días’”.