Guerra fratricida en Otxandio entre dos listas 'abertzales'

Los simpatizantes de Batasuna de la pequeña localidad vizcaína de Otxandio acudirán este domingo a las urnas con la papeleta y el corazón divididos. Este pueblo es uno de los pocos en los que podrán concurrir ese día dos listas cercanas a la izquierda abertzale. Una lleva las siglas de ANV, el histórico partido resucitado para estos comicios. La segunda es la de la Agrupación Electoral Batia, una de la veintena de candidaturas que en las anteriores municipales ya consiguió superar el filtro de la Justicia y que entonces consiguió hacerse con la alcaldía por un solo voto de diferencia frente a la coalición PNV-EA.

Por ello, y ante el temor de que el reparto de los votos abertzales entre las dos listas entregue el bastón de mando de este pueblo de 1.100 habitantes a los nacionalistas moderados, dirigentes de Batasuna han hecho llegar a sus bases en la localidad la recomendación de que apoyen la candidatura de ANV, en detrimento de la que encabeza el actual alcalde, Aritz Ochandiano. Así lo han señalado a El Confidencial fuentes políticas vascas, que destacan además que, curiosamente, el cabeza de lista de la primera es Juan Ignacio Ochandiano, padre del primer edil.

Esta reciente directriz no ha impedido que durante la campaña ambas formaciones políticas hayan empapelado las calles de esta pequeña localidad con carteles diferenciados. De hecho, según apunta a este diario una vecina, ANV parece haber centrado los lemas de su propaganda en atraer el voto para su candidatura en las Juntas Generales, mientras que Batia lo hacía para el Ayuntamiento. Además, asegura que ambas formaciones no muestran ninguna rivalidad y conviven “en perfecta armonía” ante unos comicios en los que, además de con el PNV, tendrán que enfrentarse a las listas del PP, PSE y Ezker Batua.

Reñida alcaldía

Las elecciones municipales de 2003 en Otxandio ya estuvieron rodeadas de una fuerte polémica. Entonces tuvieron que intervenir los tribunales para dilucidar quién había ganado tras registrarse un empate a 336 votos entre los nacionalistas moderados y la izquierda abertzale (populares y socialistas obtuvieron únicamente 14 y 3 votos, respectivamente). Finalmente, la victoria se decantó del lado de la Agrupación Electoral Batia después de que la Justicia admitiese como válido el voto a su favor enviado por correo por un preso de ETA, Ramón Aldasoro, condenado a 67 años de cárcel.

Aquel triunfo no se repitió, sin embargo, dos años después, cuando se celebraron las elecciones autonómicas vascas. Entonces, el paraguas electoral que utilizó Batasuna para estar presente en las urnas, EHAK (siglas en euskera del Partido Comunista de las Tierras Vascas), se tuvo que conformar con 208 votos, frente a los 393 de la coalición PNV-EA. Incluso los allí minoritarios PP y PSOE mejoraron sus resultados, con 52 y 37 votos, respectivamente. Ahora, Batasuna quiere asegurarse la alcaldía.