La participación cae casi cuatro puntos

La participación en las elecciones municipales y autonómicas ha caído casi cuatro puntos (3,75) respecto a los comicios de 2003: alcanza el 50,55% frente al 54,30% de los anteriores comicios, una vez estudiado el 99,5% de las mesas electorales. Este descenso se aproxima al ocurrido en 1999, cuando la participación sólo alcanzó a la misma hora al 49,35% de los electores.

La caída en la participación, que se registra en la página web habilitada por el Ministerio del Interior, es un signo de alerta para los partidos políticos. Durante este año, el desencanto ha presidido los referendos celebrados sobre los estatutos de autonomía de Cataluña y de Andalucía. Al cierre de las urnas, en 2003, la participación fue del 67,67%.

Cataluña encabeza las comunidades donde reina la apatía electoral. Allí la participación es casi diez puntos menor (9,95) que la media registrada en España, ya que sólo el 40,59% de los catalanes ha respondido a la llamada a las urnas. También son inferiores a la media las participaciones registradas en Melilla (43,79%), Baleares (47,18%), Andalucía (47,81%), Ceuta (47,94%), País Vasco (48,90%) y Asturias (49,29%). En Canarias la afluencia a las urnas es también menor que la media (46,20%), pero hay que tener en cuenta la diferencia horaria.

Barcelona castiga muy especialmente a sus políticos. A las seis de la tarde sólo había votado el 38% de los barceloneses. Las otras dos provincias que encabezan el desencanto son Cádiz y Sevilla, con el 44,36% y el 46,31% de electores que, respectivamente, han acudido a las urnas. Por detrás se sitúan Guipúzcoa (48,29%), Vizcaya (49,48%), Zaragoza (49,86%) y Gerona (48,96%).

Este importante descenso en Cataluña fue atribuido por el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, al masivo seguimiento televisivo del Gran Premio de Fórmula 1 de Montecarlo, aunque "no deja de ser una hipótesis", precisó.

Precisamente, la baja participación era lo que más temía el PSOE, ya que considera que una menor concurrencia perjudica a sus intereses electorales. Es más, la campaña de José Luis Rodríguez Zapatero ha estado enfocada en la movilización de la izquierda en torno a sus listas, como ocurrió en las elecciones generales de 2004.

La jornada transcurre con normalidad, sólo ensombrecida durante la apertura de las urnas en el País Vasco, donde grupos de radicales han intentado acaparar la atención de los medios de comunicación acosando a los políticos vascos que acudían a votar, en concreto a Josu Jon Imaz, Patxi López o Javier Madrazo. Además, en algunas mesas electorales, miembros de Acción Nacionalista Vasca (ANV) han conseguido quedarse en mesas anexas, a pesar de estar en localidades donde estas listas habían sido ilegalizadas.

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, el más madrugador, ha sido insultado y rodeado con carteles contra el “pucherazo electoral”. “El 30 de diciembre cuando tenían que hablar y levantar la voz estuvieron absolutamente callados”, sentenció el presidente del PNV en relación al atentado terrorista en Barajas (Madrid) que acabó con la vida de dos personas.

Entre los diversos incidentes ocurridos en la jornada, un radical ha sido detenido en Bilbao, por agredir a un escolta de Madrazo, líder de EB. En Barañáin (Navarra), la Guardia Civil tuvo que disolver a un grupo de jóvenes que pretendía entrar en un colegio electoral "en actitud agresiva" con camisetas de ANV.

Agresión en Ceuta