Empresarios, sindicatos y prensa presionan a los socialistas navarros para que pacten con UPN

Los poderes fácticos navarros presionan estos días con fuerza sobre los líderes de UPN y PSN para lograr que alcancen un acuerdo de gobernabilidad en la comunidad foral, en lugar de un pacto entre los socialistas y la coalición nacionalista de Nafarroa-Bai. Todos a una, los empresarios, los sindicatos y hasta el propio Diario de Navarra, el medio de referencia, demandan que ambos partidos alcancen un pacto navarrista.

El presidente de la patronal, José Manuel Ayesa, junto a la mayoría de los empresarios, defiende en público tal acuerdo, no en vano los empresarios están preocupados sobre cualquier acercamiento al País Vasco, al sufrir la extorsión de los terroristas de ETA. A su vez, los sindicatos CCOO y UGT presionan en la misma dirección y hasta en sectores privados de la Universidad de Navarra se detecta inquietud sobre la persona que se ocuparía de la cartera de Educación, en vista de experiencias pasadas con los socialistas, y se teme por una caída de los altos índices de bienestar navarros.

Por su parte, el Diario de Navarra proclama en sus editoriales que “una gran mayoría de la sociedad navarra demanda a UPN y PSN un entendimiento y capacidad para afrontar unidos esta responsabilidad histórica”.

El candidato socialista, Fernando Puras, ya contaba con esta tormenta, tras dieciséis años de ejercicio de poder de UPN. Fuentes internas aseguran que Ayesa es miembro de una familia de larga tradición carlista, que dirige una patronal donde la mayoría de las empresas asociadas son pequeñas y, por lo tanto, dependen de los contratos públicos emanantes del Gobierno de Navarra, que preside Miguel Sanz. Un ejemplo es la Caja de Ahorros de Navarra, que dirige el propio Sanz.

Respecto a la oposición de los sindicatos, estas fuentes explican que las centrales temen perder fuerza, en vista de que ELA-STV y LAB -próximos al PNV y Batasuna respectivamente- les han ganado terreno en las grandes fábricas. Además, los cuadros de CCOO y UGT forman parte del juego de reparto de los fondos de formación y de puestos en las instituciones, largamente controladas por UPN.

Fernando Puras se deja cortejar por UPN y por Na-Bai. Mañana viernes explicará a sus compañeros en la Ejecutiva el alcance de las negociaciones. El acuerdo, sea cual sea, se presenta largo y difícil de resolver. Sufre presiones internas a favor de una y otra alternativa.

“Puras es un abogado de prestigio, serio y navarrista. Al final no se avendrá a las veleidades de los nacionalistas”, sentencian en fuentes empresariales. En este entorno expresan su esperanza de que el líder socialista se “amontille; es decir, que busque cierta independencia y siga los pasos de José Montilla”, el líder del PSC que pactó el tripartito catalán al margen de José Luis Rodríguez Zapatero. Porque Navarra es una pieza de su llamado proceso de paz.

Un dilema infernal

La encrucijada es infernal y va en ello la supervivencia del PSN. Existe la convicción interna de que si, con la abstención del PSN, facilitan un gobierno de UPN y CDN transmitirán que la alternancia no es posible en Navarra, porque allí nunca ha habido mayoría absoluta. “Y los que quieran echar a UPN del Gobierno, votarán la próxima vez a Na-Bai. ¿Tenemos que sacrificar Navarra a favor del PSOE federal?”, se preguntan en el partido. Además, Puras está dolido con los conservadores y su campaña de ‘los socialistas venden Navarra’. “Le han llegado a llamar hasta abogado de ETA, cuando es del sector navarrista y soporta las presiones internas, de los que simpatizan con los nacionalistas”.