El Gobierno existe

Confirmado. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero existe. Ha reaparecido hoy en forma de foto de familia para actualizarse con una reciente incorporación, la del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. La imagen oficial ha sido tomada este mediodía en el Palacio de La Moncloa, lo que desmiente en toda regla la presunta abducción del equipo socialista sobre la que tanto se especulaba.

Mucho se ha teorizado en los últimos cinco meses respecto a las razones por las cuales el ojo público sólo se centra en el presidente del Ejecutivo y en la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, mientras las otras quince figuras de la foto se mimetizan con el entorno hasta desaparecer o adquieren posiciones de perfil, como ocurre con el ministro de Asuntos Sociales, Jesús Caldera, fenómeno este último que se registra cuando llega el buen tiempo, la mar se calma y arrecian las llegadas de pateras cargadas de emigrantes sin papeles al límite de sus vidas.

Unos atribuyen la desaparición del equipo gubernamental socialista a la política de Comunicación, que dirige Zapatero personalmente en los asuntos más delicados. En especial, su famoso Proceso sobre el fin de ETA con el que el presidente se empeña en apostar su futuro político a una carta, la del éxito de la operación, orillando otros asuntos de Estado o no dándoles la misma importancia. El presidente del PP, Mariano Rajoy, no ha soltado su tibia en toda la pasada campaña electoral bajo su famoso axioma: si ETA pone bombas es porque el Gobierno "no ha negociado, y si no lo hace es porque ha cedido", sin olvidar la consumada venta de Navarra a los nacionalistas vascos.

Dos son los asuntos a este respecto que más alarman a la opinión pública y donde los ministros han desaparecido, nuevamente. Uno de ellos es la participación del nuevo trasunto de Batasuna, ANV, en las elecciones, cuando todo el mundo sabe que es una continuidad del partido de ETA excepto el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido. El otro es la inminente alta médica del terrorista Ignacio de Juana Chaos nada más producirse las elecciones. Al parecer, vuelve a casa con pulserilla de control.

Otros consideran que el Gobierno existe, en realidad, pero los medios de comunicación tienden a ignorar las segundas figuras. Prueba de ello es que sus miembros han sido parte activa de la campaña electoral del PSOE para las elecciones municipales y autonómicas, aunque sólo Zapatero captara la atención y no sus alcaldes y demás presidenciables regionales.

De ahí que la explicación sobre la desaparición del Gobierno, aunque exista, siga en el aire. Muchos en el partido opinan que lo que falla es la coordinación política, en manos de De la Vega siempre y cuando no afecte al área de Alfredo Pérez Rubalcaba, el ministro del Interior, que exige llevar sus asuntos de forma directa y, como son muchos, pues el político se expande como un gas. Más de un periodista ha llamado a Exteriores para conocer el estado de las relaciones con un país africano y recibe como respuesta que llame a Interior, donde no suelen responder. Es el caso de la suerte de los 23 emigrantes que permanecen en Mauritania desde hace casi cuatro meses en espera de destino.

El fallo de coordinación tiene sus implicaciones. Porque en política hay dos momentos importantes, para mantener el pulso ante la sociedad: cuando se presenta una iniciativa y cuando el Gobierno y su partido la defienden con uñas y dientes frente a los embates de la oposición.

Y la económica va como un cohete, sin enterarnos