La sombra de una Gestora para sustituir a Simancas planea sobre los socialistas de Madrid

Tristeza, desolación y sensación de que el PSOE atraviesa en Madrid su peor momento. Ése es el ambiente que reinaba el sábado en la reunión de la familia más numerosa entre las agrupaciones locales socialistas, la llamada guerrista reconvertida en acostista por su actual líder, el diputado José Acosta. Unos 400 militantes adscritos a esta corriente acordaron coger el toro por los cuernos: no se harán el hara-kiri, sino que decidieron apoyar al secretario general, Rafael Simancas, hasta que se celebren las elecciones general o dimita. Mientras tanto, pedirán que se celebre una Conferencia Política para analizar las causas de la derrota y empezar a tomar decisiones.

La sombra de una gestora planea sobre la famosa Federación Socialista de Madrid (ahora Partido Socialista de Madrid), de ahí que los guerristas optaran por Simancas a pesar de que les ha negado el pan y la sal. Temen que si éste no pone orden, el secretario de Organización, José Blanco, disuelva la actual dirección y nombre en su lugar una gestora. Dicho y hecho. Esta mañana, Simancas dimitió de su cargo y Blanco nombrará una comisión gestora en las próximas horas.

En este sector, que supone el 40% de las agrupaciones socialistas, todos temen la mano de Blanco. Lo dijo un militante cuando tomó la palabra: "Pepe Blanco es el cáncer para el partido, porque todas las agrupaciones donde ha metido mano han fracasado en estas elecciones". Y aquellas que se han mantenido sin fisuras, que no han permitido que Blanco entre en la dirección, "han triunfado".

Blanco es el pararrayos de las iras madrileñas contra Ferraz. Nadie de los militantes reunidos en la sede de la agrupación de Vallecas se atrevió a hacer ni una sola crítica al secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero. Ya lo habían dicho al comienzo: la autocrítica sería constructiva. Es más, destacaron que su candidato designado para Madrid, Miguel Sebastián, no es el único responsable de la debacle. Nació "lisiado", dijo Acosta, porque transcurrieron 45 días sin cabeza de lista y cada día que pasaba era un clavo más sobre su tumba. En este tiempo, Zapatero recibía negativa tras negativa para encabezar una lista de la que él mismo hizo caer a Trinidad Jiménez.

Profundo destrozo

Las intervenciones revelaron el profundo destrozo que tiene la FSM. Algún militante denunció que no conocía ni siquiera a su candidato, porque no había visitado la agrupación a la que representaba, según fuentes internas. Otros resaltaron un hecho insólito: en muchos colegios no hubo interventores, como ocurrió en la mesa del propio Acosta. Muchos sintieron que había dos campañas electorales, la del candidato a la Comunidad de Madrid, Simacas, y la de Sebastián; ambas discurrían en paralelo, con actos que llegaron a solaparse. En suma: ha sido la peor campaña de cuantas han vivido en democracia.

Todos atacaron al secretario de Organización del PSM, Andrés Rojo, por el desastre que, a su juicio, ha causado en las agrupaciones de numerosos pueblos de Madrid. Y en las listas, como la de Alcobendas, donde el alcalde socialista durante 24 años, José Caballero, dio un portazo de última hora porque no le dejaban poner personas de su confianza en la lista: "¿Qué mal había en dejar que el hombre estuviera cómodo?", se preguntó Acosta, según fuentes internas. En su análisis inicial, Acosta destacó también que en Madrid no es válido el mensaje del PSOE centrado en identificar al PP con "la derecha extrema". Porque votantes socialistas eligieron la lista de la derecha extrema, y no parece que éstos lo sean. Lo dijo otro militante: más pedagogía, y demagogia... la justa.