ERC teme quedarse sin grupo parlamentario en el Congreso tras las elecciones generales

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) comenzó el lunes una nueva etapa en la que, según afirman en la dirección, se radicalizarán las estrategias durante los próximos meses y se primará el desmarque respecto del Partit Socialista de Catalunya (PSC). Se trata, según esta fuente, de visualizar una personalidad propia alejada del Tripartito. “La gente ha de comprender que no hacemos seguidismo del PSC. Esta imagen nos ha perjudicado mucho en las últimas elecciones autonómicas”, dice la misma fuente.

Aunque queda todavía casi un año para las elecciones legislativas (si no se adelantan al otoño, como se rumorea en algunos círculos políticos), los independentistas hacen números y se echan a temblar. El principal problema, según fuentes confidenciales, es que Esquerra, que actualmente tiene 8 diputados en el Congreso, puede bajar a 4, lo que la dejaría sin grupo parlamentario propio. Este es el principal problema que tiene la formación en estos momentos. “El partido obtuvo unos resultados impensables en el 2004 porque se movilizó todo el electorado contra Aznar, pero ésa era una coyuntura única que no se volverá a repetir. Ahora es diferente y lo lógico sería que bajase a cinco o seis diputados. Menos... sería preocupante”, admite otra fuente republicana.

A pesar de todo, según un alto dirigente, a ERC le urge desprenderse de la imagen de “comparsa del PSC”. La decisión de no volver a entrar en el gobierno municipal de Barcelona ha sido el pistoletazo de salida para la aplicación de la estrategia, que ha sido ampliamente discutida en la ejecutiva del partido en la reunión que mantuvo el lunes.

Este desmarque respecto de los socialistas lleva emparejado otro de los mensajes que Esquerra explotará en los próximos meses: el de que no se aferran al poder, sino que anteponen sus ideales y programa a la consecución de sillones en las instituciones.

Corrientes de opinión críticas con la dirección

De este modo, la dirección de ERC pretende frenar también el empuje de las corrientes de opinión que han nacido en la formación desde hace algunos meses: Reagrupament (liderada por el ex consejero de Gobernación Joan Carretero) y Esquerra Independentista (liderada por Uriel Bertran, diputado muy cercano al secretario general, Joan Puigcercós). La cúpula republicana está incluso dispuesta a que este último deje su cargo de consejero de Gobernación y pase a desempeñar tareas en el partido, dejando que sea el presidente, Josep Lluís Carod-Rovira, quien asuma tareas más institucionales.

La ejecutiva decidió también, en su reunión de ayer, destituir al responsable de Imagen y Comunicación, Uriel Bertran, por informar de sus intenciones a través de la prensa (y, entre ellas, se encontraba la solicitud de revisar los pactos con el PSC e ICV y de exigir un congreso extraordinario para ratificar o no a la dirección republicana). Se trata de un aviso a navegantes para que nadie dirima conflictos internos al aire libre, sino dentro de los órganos reglamentarios del partido.

Preocupación socialista

La nueva estrategia, pues, no supondría, en principio, romper el Tripartito de José Montilla, pero sí podría obligar a éste a una remodelación del Gobierno autonómico a corto plazo si los republicanos deciden actuar “a la vasca”, es decir, tener a un peso fuerte (Carod-Rovira) dentro del Gobierno y a otro (Puigcercós) como la voz crítica desde el partido. El tema no resulta alarmante en las filas socialistas, aunque sí existe cierto grado de preocupación. “ERC tiene un problema interno que ha de resolver internamente, sin injerencias de fuera”, dicen en el PSC.