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ETA citó al Gobierno para una nueva reunión en julio días antes de romper la tregua
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ETA citó al Gobierno para una nueva reunión en julio días antes de romper la tregua

Moncloa ha vuelto a tener problemas de interpretación. Los emisarios del Gobierno que mantuvieron a mediados de mayo una reunión de tres días con representantes de

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ETA citó al Gobierno para una nueva reunión en julio días antes de romper la tregua

Moncloa ha vuelto a tener problemas de interpretación. Los emisarios del Gobierno que mantuvieron a mediados de mayo una reunión de tres días con representantes de ETA concluyeron la misma convencidos de que la banda armada no rompería la tregua al menos hasta el verano. El motivo: los miembros de la banda armada les habían emplazado a julio para celebrar otro encuentro. Sin embargo, ETA hacía público en la madrugada del 4 al 5 de junio el comunicado en el que anunciaba la ruptura definitiva del “alto el fuego permanente”, declarado catorce meses antes.

Ésta es la segunda ocasión que los interlocutores enviados por José Luis Rodríguez Zapatero extraen erróneas conclusiones tras un encuentro con dirigentes de la organización terrorista. La primera vez se produjo a mediados de diciembre, cuando representantes del Gobierno y de la banda armada se sentaron a hablar en una localidad de los alrededores de Stuttgart (Alemania) para intentar reactivar un proceso de paz que para entonces ya había encallado.

Pese a los reproches y acusaciones mutuas, el mensaje que los representantes del Ejecutivo hicieron llegar a Moncloa fue también optimista: creían que la organización terrorista no volvería a corto plazo a las armas, ya que les habían emplazado a una nueva cita tras las Navidades. Sin embargo, ETA colocó el 30 de diciembre un coche bomba en la T-4 del aeropuerto de Barajas y mató a dos personas en un atentado que cogió a todos por sorpresa, incluida la izquierda abertzale.

Cita propuesta por la banda

A pesar de este antecedente, los emisarios del Gobierno que acudieron a mediados de mayo a una ciudad europea no desvelada para reunirse con ETA salieron de la cita de nuevo cargados de optimismo. El encuentro se había celebrado a petición de la propia organización terrorista y, aunque también estuvo repleta de reproches mutuos como la de diciembre, la banda accedió a celebrar una nueva reunión para el verano, en concreto en julio.

En esta ocasión, además, se produjo una circunstancia que terminó de convencer a los interlocutores del Ejecutivo socialista de que esta vez sí habían conseguido parar la vuelta de ETA a las armas: los representantes del Centro Henri Dunant, la ONG suiza que ha ejercido el papel de mediador durante el proceso de paz, recriminaron a los dirigentes de la banda la bomba de Barajas por lo tocado que dejaba al proceso de diálogo. Los etarras parecieron asentir.

Todo ello generó cierto optimismo en las filas socialistas y en las fechas previas de las elecciones municipales sus dirigentes vascos mostraban en privado cierta esperanza mal disimulada de poder recuperar el diálogo y, sobre todo, evitar una vuelta a las armas de ETA que para entonces casi todos daban ya como inevitable. En esas fechas, incluso, se intensificaron los contactos secretos con la izquierda abertzale.

La desilusión, el 2 de junio

Sin embargo, el 2 de junio, sólo seis días después de los comicios, Arnaldo Otegi -quien, según Gara, había estado presente en la reunión de mayo- adelantó a sus interlocutores habituales en el PSE que la banda armada iba hacer público “muy deprisa” el comunicado que ponía punto final al “alto el fuego permanente” del 22 de marzo de 2006 (ver El Confidencial del pasado 7 de junio).

Moncloa ha vuelto a tener problemas de interpretación. Los emisarios del Gobierno que mantuvieron a mediados de mayo una reunión de tres días con representantes de ETA concluyeron la misma convencidos de que la banda armada no rompería la tregua al menos hasta el verano. El motivo: los miembros de la banda armada les habían emplazado a julio para celebrar otro encuentro. Sin embargo, ETA hacía público en la madrugada del 4 al 5 de junio el comunicado en el que anunciaba la ruptura definitiva del “alto el fuego permanente”, declarado catorce meses antes.