Rato irrumpe en Madrid y desata las especulaciones

Si algo ha demostrado Rodrigo Rato es que es un animal político. De ahí que el anuncio de su regreso a España el próximo septiembre, tras dimitir como director gerente del Fondo Monetario Internacional, haya desatado una tormenta de especulaciones sobre si el ex vicepresidente económico es, en realidad, una ‘esperanza blanca’ para el PP ante el reto de las próximas elecciones generales.

La versión oficial de la renuncia al cargo, que le reporta el rango de jefe de Estado, se basa en los motivos personales y familiares. En concreto, Rato quiere dedicarse a su familia, y en su entorno reconocen que “está cansado” de tantos viajes entre Washington y Madrid. El director del FMI tiene tres hijos –dos chicas adolescentes y un niño de diez años- y, en los tres últimos años, no ha dejado de regresar a España cada quince días para ejercer de padre y cumplir con el régimen de visitas ya que está divorciado. Otras versiones de su entorno añaden que planea casarse con su actual pareja, la periodista Alicia González, aunque fuentes de la máxima solvencia sostienen que no hay matrimonio a la vista.

Pero, más allá de las razones personales, algunas fuentes de su entorno creen que, tarde o temprano, dará el salto a la política. Porque es un animal político, como Manuel Fraga, porque en estos años ha estado “perfectamente informado de todo lo que pasa en España” y, por último, porque se ha preocupado de mantener toda su red de amistades y de relaciones políticas con las que se ha conformado una opinión directa sobre la política española, incluidas las peripecias del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y de su propio partido.

Su entorno desconocía el anuncio que iba a hacer ayer el FMI, aunque sus amigos íntimos destacaban después que no se había adaptado a Washington: “No está a gusto. Llevaba tiempo deseando regresar”. Quien sí sabía de sus intenciones era el presidente del PP, Mariano Rajoy. Rato le reveló sus planes el pasado abril y este miércoles le transmitió por teléfono la inminencia del anuncio, después de tres años al frente de este organismo y cuando su mandato terminaba en 2009. Ayer tarde se lo comunicó también al presidente del Gobierno.

Su intención es colaborar con el partido, pero no regresar a la política. Pero el anuncio coincide con el final de la actual legislatura y con el debate en el PP, y sobre todo en los entornos mediáticos de los ‘populares’, sobre los nombres que acompañarán a Rajoy en las próximas generales. “El momento no puede ser más oportuno”, aseguraba a este diario un ex alto cargo del Ministerio de Economía a las órdenes de Rato. “Él sabe muy bien qué mensaje está enviando con esta decisión, independientemente de lo que pase luego”, añadía.

El mensaje no es otro que el de “hay equipo”; es decir, que Rajoy puede contar, si gana las elecciones, con personas de muy reconocido prestigio, con Rato al frente, y con el equipo económico que metió a España en el euro cuando nadie apostaba por ello. “Rato se ofrecerá a Rajoy para lo que quiera”, dicen quienes trabajaron con él en el Ministerio, aunque su entorno más íntimo, sus amigos, señalan que “no va a volver a la política, lo veremos como presidente de alguna corporación”. Puede ser, e incluso se habla ya de la nueva Endesa.

El papel de Esperanza Aguirre y Gallardón

Las elucubraciones sobre si puede ser, o no, el número dos de Rajoy en la lista por Madrid, que es lo que casi todo el mundo esperaba que se anunciara tras el comunicado, serán muy intensas, “y ni Rato ni Rajoy harán nada por despejar la incógnita”, afirman en el PP.