Solbes tiembla ante los anuncios estrella de Zapatero: no podrá gastar más del techo presupuestario ya establecido

El entorno del vicepresidente económico, Pedro Solbes, repetía ayer una máxima: todo anuncio de ayudas del Gobierno tendrá que ser a costa de los 152.000 millones de euros previstos para el próximo año y no podrá superarse ese techo de gasto ya aprobado, que implica un aumento del 6,7% respecto al de este año. Solbes defiende su Álamo ante los anuncios-estrella que realiza estos días un José Luis Rodríguez Zapatero con ánimo preelectoral.

“La filosofía de la política económica es cumplir el techo del gasto y, a partir de ahí, es el Gobierno el que lo distribuye respetando ese límite”, insisten los suyos cuando se les pregunta por la procedencia del dinero que financiará los anuncios-estrella del presidente, que llegan justo en la recta final de la legislatura. Zapatero cuenta con los ingresos extra recaudados por el Estado entre los españoles a través de impuestos, en especial los de Renta y Sociedades, que en vez de devolverse vía rebaja fiscal financiará las ayudas-estrella.

Un ejemplo es lo que ocurre con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuyos ingresos provienen en su mayoría de los asalariados. Sólo por este concepto, Hacienda se ha embolsado 6.000 millones de más en los tres años del Gobierno de Zapatero a causa de un pequeño detalle: en sus cálculos para el pago del impuesto no aplicó la subida real de la inflación sino sólo un 2% (ante el 3,7% de subida de precios en 2004; el 3,2%, en 2005, y el 2,7%, en 2006). El detalle ha implicado un aumento de la presión fiscal en ese impuesto del 6,33%.

La filosofía de Solbes tiene pocos adeptos en el Consejo de Ministros, frente a la tentación de fundirse el dinero en ayudas con tirón popular. El vicepresidente ha dedicado tres años de ingresos extraordinarios a reducir con el superávit la deuda pública y a aumentar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, frente a compañeros como el ministro Jesús Caldera, que presionan para abrir la caja. Pero Caldera es el redactor del programa electoral del PSOE y quiere asegurarse la victoria de marzo de 2008. La batalla entre ambas filosofías está servida.

De los niños a la vivienda

6.000 millones de más recaudados entre los asalariados, frente a los 1.556 millones que costará cada año la canastilla de Zapatero. Se trata de una paga de 2.500 euros prometida por Zapatero “desde hoy”, desde el 3 de julio, para todo niño cuyos padres tengan residencia legal en España. Y, cuando aún no está clara la fórmula por la que se repartirá ese dinero, llega el nuevo anuncio presidencial para facilitar el acceso a las viviendas.

El caramelo de una casa para todos, en realidad, se trata de un pre-anuncio sobre un enigmático “gran salto” para facilitar a los jóvenes el acceso a la vivienda. Ni el presidente ni la ministra del ramo, Carme Chacón, quieren concretar el plan. Lo máximo que desvela el Gobierno es que se difundirá en otoño y se centrará en facilitar el alquiler para los jóvenes. No se descartan tampoco las ayudas directas para la adquisición de vivienda.

Mientras tanto, Solbes tiene dificultades para encontrar los cerca de 800 millones de euros necesarios para financiar ese “desde hoy” de Zapatero, para costear la canastilla hasta final de este año. Ni estaba prevista ni hay dinero disponible en los Presupuestos Generales del Estado de 2007. El vicepresidente tiene dos alternativas: rascar de los créditos de otros ministerios o romper su filosofía del techo del gasto.

Señuelo frívolo